Desde julio de 2002, tres hombres y una mujer están cumpliendo una condena de cadena perpetua por haber criticado en Sandhaanu, una newsletter difundida por Internet, al presidente y al gobierno de las Maldivas. Se encuentran detenidos en condiciones muy difíciles y privados de cualquier derecho a apelar.
28.05.2003Uno de los presos escapa a la vigilancia de la policía
Ibrahim Luthfee, uno de los tres responsables del boletín de información electrónica Sandhaanu condenados a cadena perpetua en julio de 2002, ha conseguido escapar a la vigilancia policial de las Maldivas, mientras se encontraba en Sri Lanka para una intervención quirúrgica en los ojos. Ibrahim Luthfee, que sufre una conjuntivitis crónica agravada por las insalubres condiciones de su detención, recibió autorización, tras varias negativas del gobierno de las Maldivas, para viajar a Sri Lanka, y recibir el tratamiento adecuado. El 19 de mayo, el preso voló a Colombo, acompañado de dos policías y de su hermano mayor, Mohamed Luthfee. Habría desaparecido repentinamente el 24 de mayo. El mismo día, las autoridades repatriaron a su hermano a las Maldivas, y le encarcelaron. Podría haber sido torturado durante el interrogatorio. En una carta enviada a un medio de comunicación local, poco después de su desaparición, Ibrahim Luthfee declaró estar preocupado por su seguridad, y pidió un apoyo internacional. En efecto, las autoridades de Maldivas ya han contactado con los servicios secretos de la Interpol, para intentar encontrarle, y pronto deberían lanzar una orden de búsqueda contra él, en todo Sri Lanka.
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06.03.2003
Mohamed Zaki, Ibrahim Luthfee y Ahmad Didi, responsables del boletín de información electrónica Sandhaanu cumplen, desde julio de 2002, una condena de cadena perpetua. Fatimath Nisreen, asistente de Ibrahim Luthfee, está condenada a diez años de cárcel. Se les considera culpables de haber "insultado al Presidente" y de haber "intentado derrocar al gobierno, creando un boletín informativo llamado Sandhaanu".
Reporteros Sin Fronteras se ha dirigido al presidente de las Maldivas, Maumoon Abdul Gayoom, para pedir la inmediata liberación de estas cuatro personas, cuyo único crimen es haber ejercido su derecho a la libertad de expresión. El artículo 25 de la Constitución de las Maldivas garantiza, a todos los ciudadanos, "el derecho a expresar su conciencia y sus ideas oralmente, por escrito o por cualquier otro medio".
En enero de 2002, la policía detuvo a los empresarios Mohamed Zaki, Ibrahim Luthfee y Ahmad Didi, así como a Fatimath Nisreen, asistente de Ibrahim Luthfee, por haber difundido artículos críticos con el gobierno, en su boletín informativo electrónico Sandhaanu. Según Amnistía Internacional, el boletín en divehi (lengua de las Maldivas) no hacía ninguna llamada a la violencia. Después de permanecer detenidos en secreto por la policía de Malé (la capital) durante dos semanas, fueron trasladados al centro de detención de la isla de Dhoonodhoo.
En Mayo, se les inculpó por "difamación" y por haber "intentado derrocar al gobierno", publicando informaciones en Sandhaanu. Las autoridades les negaron el derecho a consultar con un abogado y a recibir visitas de sus familiares.
En junio, fueron trasladados a la isla de Mafushi, donde se encuentran detenidos en pequeñas celdas. El 7 de julio de 2002, Mohamed Zaki, Ibrahim Luthfee y Ahmad Didi fueron condenados a cadena perpetua. En cuanto a Fatimath Nisreen, de 21 años, fue condenada a diez años de prisión incondicional, entre otras cosas por haber manifestado su "descontento con la política del gobierno", y haber apoyado a los autores de los artículos de Sandhaanu. Las autoridades les han negado la posibilidad de apelar.
Durante el proceso, Ibrahim Luthfee, de 37 años, y Ahmad Didi, de 50 años, reconocieron ser los autores del boletín informativo electrónico, mientras que Mohamed Zaki, de 50 años y residente en Malasia, era el encargado de enviárselo a los internautas que lo solicitaban. Ibrahim Luthfee manifestó a los jueces que estaba dispuesto a probar punto por punto las acusaciones que lanzó contra el presidente Gayoom.
Continúan estando encarcelados en la isla de Mafushi, en condiciones muy difíciles. Las autoridades les destinaron al Bloque C, habitualmente reservado para los drogadictos y los ladrones. Sus celdas carecen de ventilación y solo disponen de cinco litros de agua al día, para beber y lavarse. Sus familias sólo están autorizadas a visitarles una vez al mes.