Condenados a 28 años de cárcel los asesinos del director adjunto de un diario

Reporteros sin Fronteras se felicita al saber que la justicia colombiana condenó, el 16 de mayo de 2005, a dos de los asesinos de Orlando Sierra Hernández, director adjunto del diario local La Patria que el 20 de enero de 2002 fue víctima de un atentado por disparos en Manizales (centro), y falleció dos días más tarde a consecuencia de las heridas. "Esta decisión judicial demuestra que la impunidad no es una fatalidad. La condena dictada tiene que servir de ejemplo y advertencia a todos los predadores de la libertad de prensa y a los asesinos de periodistas, en Colombia y en otros lugares. Sin embargo lamentamos que en el caso de Orlando Sierra Hernández solo hayan condenado a los intermediarios y a los asesinos, mientras que los autores intelectuales del crimen no han sido identificados claramente", ha declarado Reporteros sin Fronteras. El 16 de mayo, un juez penal de Manizales condenó a Luis Miguel Tabares, alias "Tilín", y a Luis Arley Ortiz, alias "Pereque", a veintiocho años de cárcel cada uno, por su participación en el asesinato de Orlando Sierra Hernández. Ambos hombres, acusados de reclutar y pagar a un asesino, también deberán versar 149.000 dólares a la familia de la víctima, en concepto de daños y perjuicios. El ejecutante del homicidio, Luis Fernando Soto Zapata, ya condenado, está cumpliendo una pena de 19 años de cárcel. Orlando Sierra Hernández, director adjunto del diario La Patria en Manizales, capital del Departamento de Caldas, resultó gravemente herido por arma de fuego cuando entraba en los locales de su redacción, el 30 de enero de 2002. Alcanzado por dos disparos en la cabeza, falleció el 1 de febrero siguiente en el hospital de Caldas. Tenía 43 años. Filósofo y poeta en sus horas libres, Orlando Sierra Hernández dedicó una gran parte de su trabajo periodístico a investigaciones sobre casos de corrupción. Al dictar la sentencia contra sus asesinos el juez pidió al fiscal la reapertura de la investigación, habida cuenta de la existencia de "algunos elementos probatorios contra otras personas implicadas en el homicidio".