Con el asesinato de una periodista, el estado de Veracruz se convierte en uno de los más mortíferos del país desde el inicio del año

El nombre de Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de la fuente policial y columnista del periódico regional Notiver se añadió el 26 de julio de 2011 a la larga lista de periodistas mexicanos asesinados o desaparecidos. La prensa del país ha perdido a 77 periodistas desde el año 2000; otros 13 no han dado señales de vida desde 2003. Reporteros sin Fronteras ha registrado siete asesinatos de periodistas y colaboradores de los medios de comunicación –dos de ellos relacionados directamente con el ejercicio de la profesión– y la desaparición de un octavo desde el inicio del año 2011. En el estado de Veracruz, visitado por Reporteros sin Fronteras poco antes de esta nueva tragedia, han sido asesinados tres periodistas: Yolanda Ordaz; su colega del mismo medio de comunicación, Miguel Ángel López Velasco, conocido como “Milo Vela”, y Noel López Olguín. “En el caso más reciente –como en la mayoría de los precedentes, aún impunes–, nos escandalizamos por la manera en que las autoridades locales descartan todo móvil relacionado con el ejercicio de la profesión y alimentan sucios rumores sobre la víctima, incluso antes del inicio de la investigación. Yolanda Ordaz se encontraba entre los periodistas expuestos al peligro teniendo en cuenta la fuente que cubría. Evidentemente, no hay que excluir la pista del crimen organizado en Veracruz, estado donde hacen estragos tres temibles bandas: los Zetas, el Cártel del Golfo y La Familia Michoacana. Asimismo, es difícil no relacionar el asesinato de la periodista con el de su colega ‘Milo Vela’, cuyas columnas podían importunar a ciertas autoridades. En un denso clima de suspicacia y autocensura, es urgente que se pongan en marcha los mecanismos de protección de los profesionales de los medios de comunicación”, declaró Reporteros sin Fronteras. La organización recuerda que, a escala federal, aún no se ha aplicado el nuevo convenio de seguridad firmado en noviembre 2010. 48 horas después de su secuestro, encontraron a Yolanda Ordaz degollada cerca de las instalaciones del periódico Imagen del Golfo. “También los amigos traicionan, atte. Carranza”, decía el mensaje que dejaron junto a su cuerpo. Juan Carlos Carranza Saavedra, de 33 años de edad, fue señalado por el procurador del Estado como presunto asesino de “Milo Vela” y de su familia en junio pasado. Según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz, “el móvil del crimen pudo deberse a fuertes diferencias de tipo personal entre el periodista y el presunto señalado”, se indicó sin dar más detalles. Durante su visita a Veracruz, Reporteros sin Fronteras supo que, algunos días antes de su asesinato, “Milo Vela” tuvo una fuerte discusión con un sobrino del gobernador del estado, Javier Duarte, debido a información publicada recientemente en Notiver. Así también, la mañana en que fue asesinado se publicó una editorial en la que el periodista cuestionaba el pasado de dos candidatos al puesto de titular de la Policía de Tránsito del Municipio de Veracruz. Varios periodistas también nos informaron de despidos forzados efectuados en la redacción por orden directa de las autoridades. En el caso de Yolanda Ordaz, la Procuraduría General de Justicia del Estado excluyó de entrada que el crimen estuviera relacionado con el ejercicio periodístico, sugiriendo “posibles nexos (de la víctima) con la delincuencia organizada” como principal línea de investigación. Por el momento, la dirección de Notiver no ha querido responder a nuestras preguntas. En el siniestro balance humano que afecta a la prensa mexicana desde hace un decenio, Yolanda Ordaz es la cuarta mujer asesinada. Periodista de la radio Estéreo 91 en Nuevo Laredo (Tamaulipas), Guadalupe García Escamilla fue asesinada el 16 de abril de 2005. Le siguió, el 7 de abril de 2008 en el estado de Oaxaca, el doble atentado mortal contra Felicitas Martínez y Teresa Bautista, de la radio comunitaria indígena triqui La Voz que Rompe el Silencio. Estos casos nunca tuvieron un seguimiento judicial. Finalmente, seguimos sin noticias de María Esther Aguilar Cansimbe, desaparecida desde el 11 de noviembre de 2009 en el estado de Michoacán. Reporteros sin Fronteras continuará alertando, independientemente de la situación de los periodistas, sobre el terrible balance de la ofensiva federal emprendida contra el narcotráfico, que ha dejado un saldo de más de 40.000 muertos desde diciembre de 2006. La organización también recuerda al gobierno federal y al Congreso de Estados Unidos su responsabilidad directa en este drama. No habrá solución para la tragedia mexicana sin un control de las armas. El 26 de julio de 2011 el senador republicano Charles Grassley dio cuenta en un informe parlamentario de la confiscación de 122 armas provenientes de Estados Unidos presentes en 48 escenas de crímenes cometidos en México. Ilustración: Campaña ¡Basta de Sangre! ¡No más Sangre!.
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Mise à jour le 20.01.2016