Caso de Jean Hélène : Reporteros sin Fronteras obtiene el estatuto de parte civil en Costa de Marfil y denuncia un clima que sigue siendo hostil a la prensa extranjera

El 27 de noviembre de 2003, Reporteros sin Fronteras se constituyó en parte civil, en Costa de Marfil, en el caso del asesinato de Jean Hélène, corresponsal de Radio France Internationale (RFI), ocurrido el 21 de octubre. Durante su visita a Abidján, del 26 al 28 de noviembre, la organización se preocupó igualmente por las faltas graves a la deontología, constatadas en la prensa costamarfileña.

El 27 de noviembre de 2003, con ocasión de una visita a Abidján, Reporteros sin Fronteras se constituyó en parte civil en Costa de Marfil, en el caso del asesinato de Jean Hélène, corresponsal de Radio France International (RFI), ocurrido el 21 de octubre. La organización dio el mismo paso en Francia, el 12 de noviembre. El abogado de la organización, Guillaume Prigent, pudo consultar el dossier en la oficina del juez de instrucción, Kokobo Blé. La instrucción sobre el asesinato de Jean Hélène se ha cerrado, y el dossier se ha enviado al Comisario del gobierno, Ange Kessi Kouamé, para las requisitorias. Posteriormente será de nuevo devuelto al juez de instrucción que, sobre la base de esas requisitorias, dictará entonces o bien un no ha lugar, o una bien una orden de reenvío al tribunal militar. En caso de reenvío, el juicio del presunto culpable, el sargento Théodore Sery Dago, actualmente detenido, debería celebrarse antes del 15 de diciembre. El proceso estaría presidido por un juez civil, nombrado por el Ministerio de Defensa, a propuesta del Ministerio de Justicia. Debería ser publico y juzgar, al mismo tiempo que el caso de Jean Hélène, otros cinco casos en los que hay militares implicados. Reporteros sin Fronteras se declara satisfecha por la marcha de la investigación. Se hizo una expertización balística y se ha recurrido a expertos médico-forenses, en Costa de Marfil y en Francia. La reconstrucción de los hechos se llevó a cabo el 18 de noviembre, en presencia del fiscal de la República francesa, Yves Bot, y del juez de instrucción, Patrick Ramael. Aunque perturbada por algunos manifestantes, llegados para apoyar al sospechoso, permitió aclarar las circunstancias del asesinato. El Comisario del gobierno aseguró a la delegación su voluntad de ver "triunfar a los derechos humanos". "Nuestra preocupación es que no haya impunidad", declaró, al tiempo que invitaba a Reporteros sin Fronteras, y a las organizaciones de defensa de los derechos humanos, a comunicarle las exacciones que conocieran, cometidas por militares. La delegación de Reporteros sin Fronteras, que estaba compuesta por Robert Ménard, secretario general, Guillaume Prigent, abogado, y Laurence Deguitre, jurista de la organización, pudo entrevistarse con varias personalidades políticas de diferentes sensibilidades y abordar, más allá del caso de Jean Hélène, otras cuestiones preocupantes, como la seguridad de los periodistas extranjeros y locales, la circulación y el pluralismo informativo en Costa de Marfil. En sus entrevistas, la delegación recordó igualmente que en febrero de 2003 mataron a un periodista de la Agencia Costamarfileña de Prensa (AIP - pública), en el oeste del país, y que no se ha efectuado ninguna investigación. El clima de odio y tensión mantenido por una prensa partidaria pone en peligro la seguridad de los periodistas, en especial los occidentales. El presidente Laurent Gbagbo, que no quiso recibir a la delegación, nunca ha condenado explícitamente los llamamientos al odio, que hace una prensa cercana a él. La organización recuerda que Notre Voie publicó, el 10 de octubre de 2002, un artículo titulado "Continúa la desinformación en los medios de comunicación occidentales". En él se podía leer: "toda la prensa occidental está comprometida en una lógica de abrasamiento, en la que vale todo, de Costa de Marfil, en nombre de algunos intereses que conocen Ouattara Mohamed Junior (periodista de la AFP), Jean Hélène (redactor jefe del servicio Africa de RFI), Dense Epoté-Durand (TV5) y muchos otros periodistas de medios occidentales". Según el periódico, esos "negreros de los tiempos modernos (...), esos rapaces no son más que viles corruptos, que cumplen con su sucia necesidad de destrucción de Africa". Notre Voie afirmaba entonces saber más sobre el papel de los medios de comunicación extranjeros: "Apoyan a los terroristas y su objetivo es derrocar al régimen del presidente Laurent Gbagbo, para legitimar la desestabilización de Costa de Marfil". Tras el asesinato de Jean Hélène, el clima no ha cesado de verse alimentado por los medios de comunicación locales. Mientras la prensa de oposición implicaba a los periódicos pro-gubernamentales en el asesinato de Jean Hélène, la prensa cercana al Presidente denunciaba a explotación política. Le Temps, en un artículo titulado "El comentario de la redacción - La injusticia produce violencia", publicado el 23 de octubre de 2003, escribía: "El resultado mecánico de una campaña de denigración sistemática y...odiosa. Ultimas noticias, los periodistas de la prensa internacional residentes en Abidján celebraron ayer una especie de reunión de crisis (...) Se adoptó una resolución: los asesinos indirectos de Jean Hélène son los "medios de comunicación del odio", "cercanos al poder". Sin escrúpulos ni vergüenza, los pocos ideólogos furiosos del pequeño círculo de la prensa extranjera en Abidján bailan ya sobre el cadáver de su colega, una danza insensata, política y peligrosa para todos (...)", al tiempo que calificaba la muerte de Jean Hélène de "trágico hecho diverso". Notre Voie, en sus números de los días 25 y 26 de octubre, publicaba un artículo titulado "Carroñeros, cuervos y hienas sobre el cuerpo del periodista", que terminaba con estas palabras: "Dejemos pues de ser emotivos y permanezcamos dignos, a pesar del dolor por la muerte accidental de este periodista, al que se consideraba emérito y que siempre ha estado en el país donde los rebeldes intentan golpes de fuerza". Notre Voie, en su edición del 27 de octubre, concluía un artículo titulado "Asesinato de Jean Hélène, otra falsa coartada", con estas palabras: "Teatro, solo teatro. Malsano y odioso. Que lleva a algunos observadores a pensar que Jean Hélène, que será enterrado hoy en Mulhouse sur Rhin, en el este de Francia (Alsacia), no era únicamente periodista". En una entrevista, el Primer Ministro Seydu Diarra manifestó su voluntad de calmar y pacificar el país. Reconociendo el papel negativo de la prensa que "agudiza las tensiones entre políticos", preconizó que cada político se dirija a "su prensa" y le haga un llamamiento para que primen la deontología y la profesionalidad. Lamentando la ausencia del Ministro de Comunicación, Guillaume Soro, Seydu Diarra declaró que hay que reforzar el papel de las instancias de regulación, como la Comisión Nacional de Prensa (CNP), y de autorregulación, como el Observatorio de la libertad de prensa, la ética y la deontología (OLPED). En lo que respecta a la seguridad de los periodistas, el Primer Ministro informó a la delegación de la creación de una Brigada Especial de vigilancia y protección de personalidades. Tampoco están garantizadas en Costa de Marfil la circulación y la pluralidad informativa. Por una parte, desde el 15 de octubre de 2003, algunos grupos de jóvenes patriotas (pro-gubernamentales) destruyen en las calles de Abidján los ejemplares de cinco diarios (24 Heures, Le Jour, Le Front, Le Libéral y Le Patriote) y de un bisemanal (Le Repère). Por otra parte, los periódicos cercanos al poder no se encuentran disponibles en las zonas del norte controladas por los rebeldes, y la televisión nacional costmarfileña (RTI) no pude emitir en esa parte del país. Preguntado por la delegación sobre la destrucción de periódicos, el Ministro de Seguridad Interior, Martín Bléou, declaró que se habían dado instrucciones al director general de la policía para que se efectuaran investigaciones, con el fin de identificar y sancionar a los autores. En lo que se refiere a la seguridad de los periodistas, el Ministro se declaró dispuesto a proteger a las redacciones que se lo pidan. La delegación se entrevistó también con Issa Diakité, Ministro de Administración Territorial, que representaba al Ministro de Comunicación Guillaume Soro quien, afirmando temer por su seguridad, ha abandonado Abidján y el gobierno. En lo relativo al clima hostil creado por la prensa y la circulación de la información, Issa Diakité admitió que actualmente la situación está bloqueada, y confesó no saber como salir del impasse. La culpa de que no se distribuyan los periódicos en el norte del país la tendrían, según él, las fuerzas legitimistas (gubernamentales), que se incautan de los periódicos en algunos controles de Yamoussokro. Por otra parte, Issa Diakité habló de reformas del código de la prensa, actualmente a la espera, entre las que se encuentran la supresión de las condenas de privación de libertad para los delitos de prensa, y el refuerzo de las instancias de regulación y autorregulación. Según algunos miembros del gobierno, el contexto actual no es favorable a las reformas que, según la Ministra de Justicia, Henriette Dagri Diabaté, deben adoptarse "de manera serena". Preguntada por la delegación sobre el contenido del periódico cercano a su partido (Unión de Republicanos - RDR), Le Patriote, que el 7 de noviembre de 2003 no dudó en titular "Formación de milicias, osarios humanos...:Gbagbo, el Hitler negro!", admitió que no era una actitud aceptable, pero que solo fue una reacción al contenido de los periódicos cercanos al poder. Se refirió a "un equilibrio del terror". Durante las entrevistas con periodistas y el presidente de la OLPED, Alfred Dan Moussa, Reporteros sin Fronteras, aún subrayando la calidad de algunas cabeceras, se manifestó preocupada por las faltas graves a la deontología, constatadas en la prensa costmarfileña. Denunciando la desinformación practicada tanto en un campo como en el otro, la organización no dejó de recordar la responsabilidad de la prensa en el clima hostil instalado desde el 19 de septiembre de 2002, respecto de los periodistas occidentales y más particularmente franceses. Reporteros sin Fronteras también se entrevistó con periodistas extranjeros. Aunque algunos de ellos admitieron haber cometido algunos errores en la cobertura de la crisis costmarfileña, también declararon no sentirse seguros en Costa de Marfil. Los periodistas de la AFP ya no van solos por las calles de Abidján. La mayoría de los medios de comunicación extranjeros quieren marcharse de Abidján, de aquí a finales del año. Así, Radio France International ya no tiene ningún periodista en Abidján. La agencia Reuters se marcha, para instalarse en Dakar (Senegal) y en Accra (Ghana). Solo permanecerán en Abidján los periodistas locales. La BBC se va a replegar en Dakar, o en Accra. Por su parte, la AFP ha decidido permanecer de momento, aunque no excluye ninguna posibilidad, si la situación se agravara aun más.
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Updated on 20.01.2016