Reporteros sin Fronteras viajó, los días 16 y 17 de octubre, a Togliatti (Volga), tras el asesinato de Alexei Sidorov, redactor jefe del diario regional Toliattinskoye Obosrenie, ocurrido el 9 de octubre. Sin privilegiar una pista particular, la organización está muy preocupada por el sesgo que ha tomado la investigación.
Reporteros sin Fronteras viajó, los días 16 y 17 de octubre, a Togliatti y Samara (Volga) para investigar, junto con representantes de la Fundación para la Defensa de la Glasnost, una organización rusa de defensa de la libertad de prensa, el asesinato de Alexei Sidorov, redactor jefe del diario regional Toliatitnskoye Obosrenie, ocurrido el 9 de octubre.
La organización está preocupada por el sesgo que está tomando la investigación sobre el asesinato. En efecto, la justicia descartó la pista profesional, así como otras pistas importantes, tan solo pocos días después de los hechos, basándose en algunos elementos que a Reporteros sin Fronteras le parecen insuficientes. Igualmente, varias declaraciones oficiales contradictorias han generado escepticismo en la organización, en cuanto al profesionalismo con que se han efectuado las investigaciones. En este punto, y sin optar por ninguna pista particular, Reporteros sin Fronteras teme que la atención internacional concedida al caso haya provocado una precipitación en los investigadores, perjudicial para la búsqueda de la verdad.
La redacción de Toliattinskoye Obosrenie estima que el asesinato está relacionado con las actividades periodísticas de Alexei Sidorov, y no cree en la versión oficial del crimen ordinario, no encargado. Desde el 12 de octubre hay un sospechoso detenido, acusado de matar al periodistas en una trifulca callejera. Reporteros sin Fronteras recuerda que los asesinos de Valery Ivanov, anterior redactor jefe del mismo diario hasta abril de 2002, fecha de su asesinato, todavía no han sido identificados ni llevados ante la justicia. Pide al Fiscal General de la Federación de Rusia, Vladimir Ustinov, que vele para que se estudien todas las pistas con la mayor atención, y para que sus servicios no cedan a la tentación de cerrar el caso, para satisfacer a la opinión internacional, sin conocer todos los pormenores.
El 9 de octubre de 2003, hacia las 22 h, dos hombres apuñalaron a Alexei Sidorov en el aparcamiento de su inmueble en Togliatti. El periodista, de 31 años, murió poco después en brazos de su esposa. El arma del crimen fue una "zatochka", un cuchillo artesano típico de los medios carcelarios, fabricado a partir de un trozo de metal. Alexei Sidorov reemplazó a Valery Ivanov, cuando el 29 de abril de 2002 le asesinaron, en circunstancias similares. Había establecidos una relación privilegiada con la fábrica de automóviles AvtoVaz, pulmón económico de la región, que apoyaba financieramente al periódico. Antes de ser redactor jefe, era periodista de investigación de Toliattinskoye Obosrenie. Pocas semanas antes de morir retomó sus investigaciones sobre el mundo criminal pero ni la redacción, ni su esposa, conocían en qué trabajaba exactamente.
Declaraciones oficiales contradictorias
Entre el 15 y el 17 de octubre, algunas declaraciones oficiales contradictorias, relativas a la detención de uno o varios sospechosos, han cuestionado seriamente el rigor con que se ha efectuado la investigación.
El 15 de octubre, Vladimir Shcherbakov, responsable del Ministerio del Interior para el Volga, anunció la detención de un mecánico y un parado, y declaró el caso resuelto y sin ninguna relación con la actividad profesional del periodista. El 16 de octubre, Eugueni Novozhilov, fiscal adjunto de Samara y fiscal de la ciudad de Togliatti, desmintió esa información y precisó que, al margen de la pista del crimen ordinario, se habían barajado otras dos hipótesis: una relacionada con la actividad profesional de la víctima, y otra a propósito de la compra del periódico. El 17 de octubre, Alexandre Efremov, fiscal de Samara, declaró el caso resuelto. Afirmación confirmada por el Ministro del Interior, Boris Gryzlov.
La versión oficial
El 18 de octubre se reveló el nombre del principal sospechoso detenido: Eugueni Mayninguer, un soldador de Togliatti, detenido desde el 12 de octubre, está acusado de matar al periodista en una pelea. El acusado habría pedido al periodista, con el que se cruzó en el camino por azar, que le prestara dinero para comprar vodka. Ante la negativa del periodista habrían discutido, y el acusado le habría apuñalado varias veces, antes de darse a la fuga y tirar el arma del crimen en el bosque. Eugueni Mayninguer habría confesado. Otros dos sospechosos estarían detenidos, pero no se ha revelado su identidad.
El parecer de la redacción
La redacción de Toliattinskoye Obosrenie afirmó varias veces estar convencida de que el asesinato tiene que ver con la actividad profesional de la víctima. Después de los hechos, publicó las cuatro hipótesis que baraja.
Las dos primeras examinan algunas pistas relacionadas con la publicación de dos artículos, en junio y julio de 2003: uno revelaba un conflicto entre el criminal Igor Fillipov y un empresario de Samara, Vladimir Zaharchenko; la otra se refería al grupo criminal del mafioso local Igort Sirotenko. Igor Fillipov pudo vengarse porque el periódico desveló el intento de agresión a su adversario, y que había perdido algunos de sus bienes tras ser interrogado por la policía. En cuanto a Igor Sirotenko, había amenazado con presentar una denuncia por un artículo publicado sobre él, y pidió un desmentido. Ambos criminales también podrían haberse asociado para eliminar al periodista.
La tercera hipótesis sería que Alexei Sidorov poseía una información importante, como por ejemplo el lugar en que se esconde Alexandre Belyakin, un criminal muy buscado.
Finalmente, la redacción piensa que el asesinato puede estar relacionado con la propiedad del periódico, porque la redacción rechazó una propuesta de compra.
A la redacción de Toliattinskoye Obosrenie "le cuesta creer la versión oficial", por varias razones. Cuando la reconstrucción de los hechos, que se efectuó la noche del 17 de octubre, los periodistas del diario constataron que el acusado se equivocó la señalar el lugar del crimen. Por otra parte, en varias declaraciones la familia del sospechoso afirmó que éste no era de natural agresivo, y que no salió de su domicilio hasta la 22 horas, cuando ya se había cometido el crimen. A la redacción le parece inimaginable, por la personalidad de Alexei Sidorov, que pudiera haber participado en una pelea como la descrita por los investigadores.