Américas

Avances notables en América Central, Brasil alcanza las alturas

Después de que Honduras en 2009 decayera como nunca por las consecuencias del golpe de Estado sobre la libertad de informar, las evoluciones más espectaculares del año conciernen a tres países de América Central. El asesinato de Christian Poveda, el 2 de septiembre de 2009, al inicio del periodo tomado en cuenta, habría lógicamente debido precipitar a El Salvador hacia abajo en la clasificación. No obstante, se produjo lo contrario gracias a los esfuerzos comprometidos y a los resultados obtenidos por el gobierno de Mauricio Funes contra la impunidad en este caso. Incluso si los medios de comunicación no se encuentran a salvo de las amenazas, la ausencia de agresiones o de actos de censura graves impulsa a ese país, reconocido como peligroso, a un rango envidiable. Una tendencia positiva se dibuja también en Guatemala que esta vez no cuenta ningún asesinato, a diferencia de los años precedentes. Panamá experimenta un movimiento inverso, en una atmósfera cada vez más tensa entre la prensa y las autoridades. Tres episodios graves explican esta caída brutal. En primer lugar, el arresto, a finales del mes de junio y durante 19 días, del periodista jubilado Carlos Núñez, con motivo de una condena por “difamación” e “injuria”, por un caso con doce años de antigüedad y del que incluso el periodista no tenía conocimiento. Enseguida, los malos tratos infligidos en celda a un fotógrafo interpelado por un cliché anodino. Finalmente, las amenazas, acompañadas de un proceso de expulsión, de los que fue objeto el periodista español Paco Gómez Nadal, columnista crítico y defensor de la causa indígena. Durante este tiempo, la vecina Costa Rica mantuvo su lugar de país latinoamericano mejor clasificado. Más al norte, Estados Unidos (50 estados de la Unión) y Canadá, permanecen en los primeros lugares del continente, pero tras una veintena de países. El primer balance de la administración de Obama en materia de acceso a la información se anuncia decepcionante. Honduras finaliza la lista en América Central con un balance humano comparable, en el norte, al de México, que lo adelanta por poco, seguido en el sur por Colombia, donde a los estragos del escándalo del DAS se suman dos asesinatos (en uno de ellos se confirmó el móvil profesional). En República Dominicana, siempre tensa, más vale no hablar de corrupción y de narcotráfico. La situación vuelve a ser crítica en los países andinos. Bolivia y Ecuador retroceden de nuevo debido a la violencia, las intimidaciones y los bloqueos que mantienen un fuerte clima de polarización política mediática. La situación afecta tanto a la prensa pública como a la privada. Perú baja de posición todavía más, debido a un conjunto de agresiones, siempre muy elevado, pero también a censuras ordenadas desde las altas esferas y al abuso de procesos contra la prensa. Los mismos factores explican el nuevo sumergimiento de Venezuela, donde el acaparamiento de la red audiovisual hertziana por parte del poder y el uso inmoderado de las cadenas presidenciales dejan un margen endeble al pluralismo. Cuba avanza algunos lugares debido a la ola de liberación de disidentes –en particular de la primavera negra de marzo de 2003– iniciada en julio de 2010. Hoy en día, cinco periodistas permanecen encarcelados en el único Estado del continente que no reconoce ninguna prensa independiente. Si bien el régimen aligeró su carga en favor de sus prisioneros políticos, en contraparte de un exilio forzado, él no cede aún nada en lo que concierne a las libertades públicas. Problemas persistentes en el sur Algunos problemas persistentes –sobreconcentración de medios de comunicación, desigualdades económicas, tensiones locales, persecuciones judiciales en exceso, restricciones de cobertura– se reparten en los otros países. A las progresiones ya observadas en el Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay) se suma esta vez la de Brasil. El gigante de América Latina debe su mejor posición a una disminución de los hechos violentos graves que minaban hasta entonces ciertas regiones y a las pruebas de lucha contra la impunidad en ciertos casos. También se la debe a las evoluciones legislativas favorables en materia de acceso a la información y de libertad editorial, como la reafirmación del derecho a la caricatura en periodo electoral. Finalmente, Brasil cuenta con una de las comunidades de internautas más activas del mundo. La situación sería aún mejor si las medidas de censura preventiva no golpearan a ciertos medios de comunicación. En tierra anglófona, sólo La Guyana conoce un retroceso significativo, debido a las relaciones a menudo difíciles entre la prensa y la presidencia, pero también a un monopolio del Estado sobre la radio. Este país es ligeramente superado por las seis islas de la Organización de Estados del Caribe Oriental (Organization of Eastern Caribbean States, OECS por sus siglas en inglés), que entran en la clasificación en el mismo rango, justo después de Haití, donde los medios de comunicación se juegan la supervivencia en la reconstrucción después del sismo del 12 de enero de 2010. Descargar la versión PDF ---------------------------
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Updated on 20.01.2016