Africa

Algunos jefes de Estado y de gobierno africanos han entendido los beneficios que puede reportar al país la libertad de prensa. Otros, también este año, se han comportado como déspotas. Las naciones mejor clasificadas siguen siendo más o menos las mismas, con Namibia (23), Mali (31), Cabo Verde (36) e Isla Mauricio (47) entre los cincuenta países más respetuosos con la libertad de los medios de comunicación. Algunos países duramente probados por años de guerra o de dictadura salen también de las profundidades, a donde les llevó la violencia, como Liberia (51), donde sigue siendo lamentable la brutalidad de algunos policías, o Togo (53), que se mantienen en normas democráticas aceptables. En las democracias que son Botswana (66) o Benín (70), con frecuencia se deteriora el clima entre el gobierno y la prensa, lo que no permite que esos países consigan los puestos que merecerían, teniendo en cuenta la situación política general. En cambio, Senegal (86) pierde de nuevo puestos en la clasificación, dada la obstinación del gobierno en no reformar la ley de prensa, y el comportamiento a veces desmesurado de una parte de los periódicos de Dakar. Este año también, los periodistas senegaleses han pasado por la cárcel. La mala sorpresa ha llegado también de Mauritania (105), donde manifiestamente las reformas legislativas no han sido suficientes y la cultura política continúa marcada por las prácticas del Estado policial del anterior presidente Ould Taya. Como todo no consiste en una vida diversa y con frecuencia insolente todavía hay que tolerarlo, salvo cuando se recurre a las fuerzas del orden o a una justicia influenciable. Tal es el caso de la República Centrafricana (85), Burundi (94) o Guinea (99), donde la menor desestabilización política envía a los periodistas a la cárcel o, al menos, a la comisaría. Los puntos negros del año 2008 en Africa son Kenya (97), que ha perdido 19 puestos tras las violencias post electorales, y sobre todo Níger (130), que ha perdido 41 puestos en un año muy agotador para los periodistas de Niamey, y de otras partes. La rebelión tuareg del Norte se ha convertido manifiestamente en un tabú absoluto para el gobierno nigeriano, más aun cuando se va acercando la elección presidencial de 2009. Los países africanos que se encuentran en la parte baja de la clasificación siguen siendo los mismos, destacando Gambia (137), la República Democrática del Congo (148) o Zimbabwe (151), donde el periodismo independiente requiere valor, tenacidad y una gran tolerancia a la violencia y la injusticia. Finalmente, aunque la situación de la información en Guinea Ecuatorial (157) puede resumirse en los carteles gigantes a la mayor gloria del presidente Teodoro Obiang Nguema que tachonan el “Kuwait de Africa”, el país más martirizado del continente es, un año más, Eritrea (173, último en la clasificación). El Jefe del Estado, Issaías Afeworki, no ha renunciado a su deliberada opción por la crueldad contra numerosos periodistas detenidos en secreto desde 2001, ni al despotismo para gobernar un país que se está vaciando de su población.
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Updated on 20.01.2016