El asalto y la toma de rehenes en directo en un canal de televisión de Ecuador ilustra la ola de violencia contra la prensa que azota al país
Trece hombres fuertemente armados irrumpieron el martes 9 de enero en el plató del canal público TC Televisión, en Guayaquil, la mayor ciudad de Ecuador, y tomaron como rehenes a periodistas y otros empleados. El ataque, retransmitido en directo, es sintomático de la ola de violencia contra la prensa que recorre el país. Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide al gobierno que garantice la protección de los periodistas, cuyo papel es más fundamental que nunca en tiempos de crisis.
RSF manifiesta su condena más firme a la toma de periodistas como rehenes, un acto de terror que refleja la catastrófica situación en materia de seguridad que viven los profesionales de la información en Ecuador. El incremento de la violencia, las amenazas y la hostilidad contra la prensa se produce en paralelo al auge de las bandas criminales y los cárteles de la droga en el país, durante los últimos años. Pedimos al gobierno de Daniel Noboa que haga todo lo que esté en su mano para garantizar la protección de los periodistas y de sus medios. Preservar el derecho a la información es fundamental en estos momentos de crisis en el país.
Poco después de las dos de la tarde del martes 9 de enero, en la ciudad suroriental de Guayaquil, un grupo de narcotraficantes encapuchados y fuertemente armados irrumpió en los locales del canal público TC Televisión y tomó como rehenes a los periodistas y empleados presentes en los estudios. El asalto, que se produjo durante la emisión del espacio "El Noticiero", fue retransmitido en directo: se oían los disparos y los gritos de los rehenes. Hacia las 14.45h, después de tensas negociaciones con las fuerzas especiales del ejército ecuatoriano y la policía, los 13 miembros del grupo armado depusieron las armas, liberaron a los rehenes y fueron detenidos. La señal del canal se cortó inmediatamente.
Una situación de seguridad deteriorada y preocupante para la prensa
Ecuador atraviesa un grave periodo de crisis. Las autoridades declararon el martes el "estado de conflicto armado interno", después de haber proclamado el estado de excepción el 7 de enero, incluido un toque de queda en todo el país desde las 23.00h a las 05.00h.
En este contexto de tensión, con motines en varias cárceles, fugas de jefes de bandas y secuestros de policías, el clima informativo también está bajo presión. Nada más conocerse el asalto a TC Televisión, los principales medios de Guayaquil evacuaron a su personal y redoblaron las precauciones. El miércoles 10 de enero, las puertas estaban cerradas. Sólo se permitió la entrada a los invitados de los periódicos. Las fuerzas militares rodearon las instalaciones de los medios.
Además del deterioro de la seguridad, los periodistas tienen que hacer frente al auge de la desinformación que prolifera en las redes sociales del país. Los rumores de un atentado en la Universidad de Guayaquil fueron desmentidos rápidamente por las autoridades, al igual que los de una toma de rehenes en el metro de Quito.
Ecuador ocupa la posición 80ª en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023 de RSF, lo que supone doce puestos menos que el año anterior y una de las mayores caídas de la región.