Riesgo de que se niegue el ingreso al país a equipo de televisión canadiense que cubrirá el conflicto minero

Enviados de Toronto por la cadena pública CBC-TV, Mellissa Fung, Lynn Burgess y Paul Seeler temen no poder pasar la aduana a su llegada a la ciudad de Panamá, hoy 30 de enero de las 22:15 horas (hora local). Los tres periodistas canadienses, encargados de cubrir el conflicto que enfrenta a colectivos indígenas y ecologistas con empresas mineras –algunas de ellas canadienses–, aún tienen en mente que hace diez días le impidieron la entrada al país a su colega Rosie Simms, enviada para preparar la visita de su colegas. El 20 de enero de 2012 las autoridades del Servicio Nacional de Migración de Panamá argumentaron la “invalidez” del pasaporte de la joven, pese a que éste expira en 2015, para retenerla durante cuatro horas. Luego la obligaron a abordar un avión rumbo a Estados Unidos. “Nos preocupa saber que Rosie se vio afectada por haber estado en contacto con comunidades que se han movilizado contra los proyectos mineros y, sobre todo, por la idea de que podríamos sufrir la misma suerte este lunes”, confió Mellissa Fung a Reporteros sin Fronteras. "El caso de Rosie Simms recuerda al de la pareja de periodistas españoles independientes Paco Gómez Nadal y Pilar Chato, afiliados a la organización Human Rights Everywhere (HRE), quienes fueron expulsados 48 horas después de ser detenidos durante una gran protesta de comunidades indígenas contra la reforma de la ley de minería, hace cerca de un año. Este escandaloso precedente, que va contra la libertad de información, no debe repetirse. Las tensiones generadas por la polémica de la explotación minera no justifican la mínima censura. Se trata de un tema de interés público, no sólo nacional. La prensa extranjera debe poder estar presente. Por ello, exigimos que los tres periodistas canadienses puedan entrar al suelo panameño”, declaró Reporteros sin Fronteras. La llegada del equipo de CBC-TV coincide con la reanudación, en la Asamblea Nacional, del debate de legislaciones sobre la explotación minera y, en particular, sobre su práctica en territorios que pertenecen a las comunidades indígenas y protegidos por ello. En octubre pasado fueron contrariadas las intenciones de la compañía Inmet Mining, también con sede en Toronto, cuando la justicia panameña dio la razón a la comarca Ngöbe Buglé, una de las principales comunidades indígenas movilizadas contra los últimos proyectos de extracción. Si se negara la entrada a los periodistas canadiense se confirmaría la mala tendencia actual de Panamá en materia de libertad de información. El país perdió varios lugares en la Clasificación Mundial publicada por Reporteros sin Fronteras. Foto : La Estrella
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Updated on 20.01.2016