Radios comunitarias en América Latina, un medio esencial y frágil al servicio de la población

Con ocasión del Día Mundial de la Radio, que se celebra el 13 de febrero, Reporteros sin Fronteras recuerda la importancia de las radios comunitarias en América Latina, así como su fragilidad. Estos medios de comunicación, que tienen un papel social y democrático crucial, siguen siendo muy vulnerables.

En América Latina, la violencia y el miedo forman parte del día a día de muchos conductores de radio, que deben estar alerta para proteger su integridad física, a veces incluso dentro de los estudios de transmisión. Las radios suelen ser más vulnerables en poblaciones pequeñas y en regiones aisladas, que se encuentran lejos de los grandes centros urbanos. Con frecuencia, estos medios de comunicación padecen las presiones de las autoridades, los políticos y el crimen organizado. Una muestra: de los 17 periodistas que fueron asesinados en la región en 2016, 10 trabajaban para radios. En 2016, Hernán Choquepata Ordoñez, locutor peruano de Radio La Ribereña y João Valdecir de Borba, periodista brasileño de Rádio Difusora AM, fueron asesinados cobardemente mientras transmitían sus programas; en México, en un lapso de tres meses, asesinaron a dos conductores de la misma radio, Tu Un Ñuu Savi. El 3 de febrero de 2017 Marco Bonifacio Sánchez, conductor peruano de Turbo Mix Radio y Televisión, fue atacado por dos sujetos encapuchados que intentaron cortarle la lengua.


En ese día especial, Reporteros sin Fronteras reconoce el valiente trabajo de los medios radiofónicos que, de México a la Patagonia, participan activamente en la vida democrática de sus países y tienen un papel central en la promoción de la libertad de expresión y de opinión, pese a que, a menudo, desempeñan su labor en condiciones de seguridad deplorables”, señaló Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de RSF. “Es urgente que las autoridades de la región refuercen la protección de las radios, de sus colaboradores, y que garanticen que existan condiciones adecuadas para su funcionamiento y viabilidad”, añadió.


En países como Ecuador, Bolivia, Colombia u Honduras, las minorías, los segmentos de la población desfavorecidos y marginados, usan desde hace décadas las radios como un medio de promoción de la educación, de los derechos fundamentales, así como para reivindicar su identidad. Para numerosos grupos indígenas, la radio aún es una herramienta para denunciar la discriminación que padecen y defender sus tierras. Es el caso de La Voz de Zacate Grande en Honduras, o de Voces de Nuestra Tierra y Nasa Estéreo en Colombia. En ciertas regiones de la Amazonía la radio constituye a veces el único vínculo de la población con el mundo exterior.


Un trabajo y un papel social fundamental, pero bastante complejo, dado que la mayoría de los gobiernos locales, poco interesados en la promoción del pluralismo, no apoyan a estos medios. En Guatemala y Brasil, por ejemplo, las condiciones de acceso a las frecuencias o de renovación de las licencias contempladas en el marco legal son muy restrictivas, lo que afecta el desarrollo de los medios de comunicación y de las radios comunitarias. Así, éstas pueden volverse ilegales, y aún más vulnerables a la violencia y a las presiones de las autoridades, que no dudan en emprender procesos legales, allanamientos y en confiscar su equipo profesional.

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Updated on 10.02.2017