Turquía. Se reanudan los juicios a la prensa por “propaganda terrorista”

Los juicios a periodistas se reanudan tras el verano con más de 50 acusados por “propaganda terrorista”, un cargo que el sistema judicial turco lleva utilizando desde hace más de 25 años para silenciar a los críticos y evitar el debate, especialmente sobe la minoría kurda.

El uso de estos cargos ha crecido en los últimos años con el Presidente Erdogan. El 1 de julio, un total de 57 periodistas y trabajadores de medios fueron acusados de “propaganda para una organización terrorista” o “publicidad de declaraciones de organizaciones terroristas”.


Entre ellos, Sibel Hürtaş, corresponsal en el exilio de Artı TV, y Hayri Demir, reportero de la agencia Mezopotamya, cuyo juicio se reanuda el 6 de septiembre, con la presencia como observador del representante de Reporteros sin Fronteras en Turquía.


Hürtaş y Demir se enfrentan a 18 años de cárcel, acusados de “iniciar al odio” y “propaganda” en favor del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lleva décadas en conflicto con el estado turco.


Los cargos se basan en la cobertura de las operaciones militares turcas en la región de Afrin, en la frontera norte con Siria, además de sus actividades en redes sociales sobre este tema. La fiscalía utiliza estractos de las entrevistas de Hürtaş con políticos para justificar parte de la acusación.


Criticar la intervención de Turquía en Afrin


Hürtaş y Demir están siendo juzgados con otras personas. Pasaron tres días en custodia policial el mes de enero, poco tiempo después de la intervención en Afrin y las operaciones militares supusieron cientos de órdenes de detención contra usuarios de Internet sospechosos de “propaganda terrorista”.  Nurcan Baysal, columnista de la web T24, estuvo dos días bajo custodia policíal por sus comentarios críticos en Twitter.


İshak Karakaş, editor del periódico Halkın Nabzı fue detenido en enero y no fue puesto en libertad hasta principios de mayo, acusado de “propaganda para el PKK”. En la audiencia se declaró inocente, e insistió en que servía a una causa pacífica.


“El contenido que compartí online consistía en artículos y comentarios que no representan a ningún partido político y no consiste en propaganda terrorista”, afirmó. Su juicio se reanudará el 18 de septiembre, mientras se sigue enfrentando a una posible pena de cárcel si es declarado culpable.


“La persecución a periodistas impide al sistema judicial desarrollar su verdadera tarea de combatir al terrorismo”, afirma Erol Önderoğlu, representante en Turquía de Reporteros sin Fronteras. “Sería de mayor ayuda retirar completamente la legislación antiterrorista y volver al estado de derecho para combatir las verdaderas amenazas a las que se enfrenta Turquía. Pedimos la retirada de todos los cargos presentados contra periodistas y blogueros en el ejercicio de su profesión”.


Un canal de televisión acusado de defender al PKK y al ISIS


En un país donde las autoridades no toleran ninguna desviación de la línea oficial, las acusaciones de “propaganda terrorista” son a menudo absurdas. El juicio a tres empleados de Hayatın Sesi TV, una canal de izquierda cerrado desde octubre de 2016, es un buen ejemplo de ello.


El editor jefe del canal, Gökhan Çetin, y dos de sus trabajadores Mustafa Kara y İsmail Gökhan Bayram, están acusados de “constante propaganda en favor de tres organizaciones terroristas”, pese a que las tres organizaciones citadas son: el PKK, el grupo radical kurdo TAK y el autodenominado Estado Islámico, con propósitos e ideologías contradictorias.


La legislación antiterrorista, una herramienta de represión


La legislación antiterrorista turca fue adoptada en abril de 1991, en un contexto de frecuentes enfrentamientos con el PKK, y con el país bajo un estado casi de emergencia. El artículo 7.2 de la ley establece como delito la “propaganda terrorista” y se ha convertido en una de las herramientas favoritas de represión para todos los gobiernos desde entonces, contribuyendo a restringir el debate sobre el tema kurdo.


Pese a algunas enmiendas, incluidas la referencia a la violencia en 2013, la “propaganda terrorista” ha seguido permitiendo la politización del sistema judicial para juzgar a periodistas por las opiniones que expresan.


El número de juicios se ha disparado de nuevo tras la ruptura de la paz entre el gobierno turco y el PKK en 2015, cuando se volvió a criminalizar a la clase política kurda. El representante en Turquía de Reporteros Sin Fronteras, Önderoğlu, ha sido también acusado de “propaganda terrorista” con otras 40 personas que apoyaron una campaña de solidaridad con el periódico  Özgür Gündem.


La preocupante situación de los medios de comunicación en Turquía se volvió crítica tras el intento fallido de golpe de estado del verano de 2016. Al menos 150 medios han sido cerrados desde entonces y se han producido juicios masivos que han puesto a Turquía a la cabeza del mundo en número de periodistas profesionales detenidos.


Turquía ocupa el puesto 157 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras.


Publié le
Mise à jour le 03.07.2019