Reporteros sin Fronteras escribe a Jack Dorsey, de Twitter, para pedirle que se niegue a colaborar con los censores

El 26 de enero de 2012 Twitter anunció una nueva política de control que establece una censura geolocalizada de la red social. Reporteros sin Fronteras envía una carta abierta a Jack Dorsey, presidente de Twitter, para comunicarle su gran preocupación y pedirle que dé marcha atrás en esta decisión liberticida. ----------------- Jack Dorsey
Executive Chairman
Twitter, Inc.
795 Folsom St., Suite 600
San Francisco, CA 94107

USA París, 27 de enero de 2012 Estimado señor, Reporteros sin Fronteras, organización internacional de defensa de la libertad de información, desea comunicarle su profunda preocupación por el anuncio, publicado en el blog de Twitter el 26 de enero de 2012, de la nueva política de control de la red social que permitirá censurar algunos tweets según criterios que varían en cada país. Le pedimos que dé marcha atrás en esta decisión nociva para la libertad de expresión y que va a contracorriente de los movimientos de denuncia de la censura relacionados con la primavera árabe, en la que Twitter sirvió como caja de resonancia. Eligiendo finalmente el lado de los censores, Twitter priva ahora a los ciberdisidentes de los países represivos de una herramienta crucial de información y movilización. Estamos muy preocupados por esta decisión, que no es sino una censura a escala local, en colaboración con las autoridades y de acuerdo a legislaciones locales que con gran frecuencia contradicen los estándares internacionales que rigen la libertad de expresión. Es inaceptable el argumento de Twitter que da a entender que habría diferentes interpretaciones de la libertad de expresión, según el país. Este principio fundamental se encuentra en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pedimos que se demuestre transparencia respecto a las modalidades de esta censura. El hecho de que en el sitio Chilling Effects se hagan públicos los requisitos para la supresión de contenidos, no basta para paliar el perjuicio provocado por el bloqueo de información. En la sección de política de uso de Twitter se indica que toda petición de bloqueo “válida y razonablemente calibrada” realizada por una “entidad autorizada” será examinada y podrá provocar la supresión de ciertos contenidos; los autores de ellos serán informados. Estas definiciones son demasiado vagas y dejan la puerta abierta a todo tipo de abusos. ¿Se actuará tras una decisión legal? O bien, como es el caso en China, ¿una simple llamada telefónica de un representante oficial o de una comisaría local bastará para justificar que se bloquee un contenido? ¿Twitter se contentará con una censura a posteriori? O bien, frente al aflujo de peticiones de las autoridades, ¿efectuará una censura a priori basándose en palabras clave o temas definidos por los censores? Ustedes también anunciaron que algunas cuentas de usuarios podrían ser bloqueadas integralmente en algunos países. ¿Cerrarán las cuentas de ciberdisidentes sirios si las autoridades lo ordenan? ¿Esto significaría que la cuenta de Reporteros sin Fronteras en Twitter (@RSF_RWB) podría, por decisión de Twitter, estar inaccesible en países en los que denunciamos regularmente las prácticas represivas y las violaciones de la libertad de informar de las autoridades, que están dispuestas a todo con tal de hacernos callar? ¿Esta nueva política anuncia la muerte de las proclamas de las revoluciones árabes y de las manifestaciones en Manamá en el Twitter al que se podrá tener acceso en Bahréin? Los vietnamitas que utilizan esta red social en su país, ¿ya no podrán denunciar las nefastas consecuencias que la explotación de minas de bauxita tiene sobre el medio ambiente? ¿Bloquearán los mensajes de reivindicación de la minoría kurda en Turquía? ¿Los internautas rusos verán moderadas sus críticas al poder? Es larga la lista de temas y discusiones que en potencia podrían desaparecer localmente de su red. El hecho de que estos mensajes podrían ser difundidos en el resto del mundo y entre los internautas del país concernido que supieran emplear herramientas para evadir la censura, no reduce el perjuicio provocado por la censura y el bloqueo de la información. Esta decisión de Twitter, ¿se debe a su deseo de entrar en el mercado chino cueste lo que cueste? ¿Recientemente ustedes fueron a China y expresaron su esperanza de que un día Twitter se autorice en el país? Ustedes no ignoran el éxito de las plataformas de microbloging, como la de Sina Weibo, que son obligadas a colaborar con las autoridades para imponer una censura permanente. Cierto, es lamentable que las autoridades chinas bloqueen en el país tanto a Facebook como a Twitter pero, ¿cuál sería la plusvalía de esta red social si también debiera ser purgada de contenidos prohibidos para poder funcionar en China? ¿Podemos imaginar una aseptizada versión china de Twitter, limpia de cualquier referencia al Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo? Esta decisión se inscribe contra un movimiento que rechaza las exigencias de censura, particularmente las del gobierno chino, iniciado por Google y seguido después por GoDaddy, mientras que las empresas del sector de Internet deben dar cuenta, cada vez más, de la exportación de equipo de vigilancia que podría ser utilizado para reprimir mejor a los disidentes. Celebramos la iniciativa Speak2Tweet que ustedes lanzaron en febrero de 2011 en Egipto para permitir que los disidentes pudieran seguir twiteando pese al corte de Internet. Hoy, estamos muy decepcionados por este viraje. Les pedimos que reevalúen las consecuencias que tendrá esta nueva estrategia en la libertad de expresión, pero también en la estrategia de desarrollo de su empresa. Las ganancias comerciales, particularmente en el mercado chino, no deberían ser el único criterio tomado en cuenta. La imagen de Twitter ante sus usuarios también está en juego. Agradeciendo su atención a nuestra petición, y en la espera de una respuesta favorable, le envío mis saludos más cordiales. Olivier Basille, director de Reporteros sin Fronteras
Publié le
Mise à jour le 25.01.2016