Libia: RSF pide al gobierno de Trípoli que garantice la seguridad de los periodistas

Reporteros Sin Fronteras condena los últimos actos de violencia contra periodistas en Libia, incluido el asesinato del freelance Khaled Al Zantani por un francotirador del ISIS, el 23 de junio, en Bangasi.

Zentani fue asesinado de un sólo disparo cuando cubría los enfrentamientos en el oeste de la ciudad entre el Ejército libio y el ISIS. Según fuentes de Reporteros sin Fronteras, fue asesinado deliberadamente por un francotirador.


Khaled Al Zantani solía dirigir la oficina en Bengasi de Zentan TV y había trabajado en los últimos tiempos como freelance para varios medios, incluidos Zentan TV y Sky News.


En paralelo, continúa desaparecido desde marzo el bloguero Ali Al Asbli. Se sospecha que haya sido secuestrado, como Badr Al Rabhi, corresponsal de Libya HD, secuestrado en enero en Bengasi.


Según fuentes de Reporteros sin Fronteras, Rabhi fue secuestrado por un grupo militar de Inteligencia asociado el general Khalifa Haftar, del autroproclamado Ejército Nacional Libio. Fue interrogado durante tres días, en los que fue sometido a agresiones físicas y verbales.


Además, continúa sin resolverse la desaparición de los periodistas tunecinos Sofiane Chourabi y Nadhir Khtari, desaparecido en Ajdabiya en septiembre de 2014.


Condenamos profundamente estos actos violencia contra los periodistas, incluido el asesinato de Khaled Al Zantani, que eleva a ocho el número de periodistas asesinados en Libia desde principios de 2014”, afirma Yasmine Kacha, responsable de la oficina del norte de África de Reporteros sin Fronteras.

Los responsables de estos crímenes continúan actuando con total impunidad. Reiteramos por ello nuestro llamamiento al Gobierno recientemente instalado en Trípoli para que se haga cargo públicamente del compromiso de proteger a la prensa y priorice la lucha contra la impunidad”, añade RSF.


Reporteros sin Fronteras ha tenido conocimiento de otros casos de secuestros y violencia contra los periodistas en el este y oeste de Libia, pero sus familias, normalmente temerosas de posibles represalias de las milicias o el ISIS, han pedido a nuestra organización que no nombremos a las víctimas.


El Gobierno dirigido por el Primer Ministro Fayez al-Sarraj, instalado en Trípoli desde el mes de marzo, ha manifestado que su prioridad es combatir a los extremistas islamistas. Sin embargo, las nuevas autoridades todavía no han enviado fuerzas militares al terrero, especialmente a la zona este del país donde el general Haftar continúa teniendo aliados, entre ellos varias tribus que se niegan a reconocer la autoridad de al-Sarraj.


En este complejo panorama, los periodistas profesionales y no profesionales son capturados por las distintas fuerzas en conflicto y no pueden ejercer su profesión libremente.


Libia ocupa el puesto 164 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras.


Publié le
Mise à jour le 04.07.2016