“La comunidad internacional no puede callar más frente a la suerte infligida a los disidentes y periodistas encarcelados”

Reporteros sin Fronteras organizó una rueda de prensa el 7 de abril 2010 en las instalaciones de la organización, donde reunió a representantes de la prensa francesa, española y latinoamericana para tratar el tema: “¿Cuántos muertos en las prisiones cubanas hacen falta?” Esta pregunta es más que nunca de actualidad tras el deceso, el 23 de febrero pasado, del prisionero político Orlando Zapata Tamayo. Algunos periodistas en libertad, como Guillermo Fariñas, o en prisión, como Darsi Ferrer, han decidido seguir su ejemplo emprendiendo una huelga de hambre ilimitada con el fin de obtener la liberación de los prisioneros de conciencia más enfermos. Pese a nuestro repetido llamado a interrumpir una acción tan extrema, Guillermo Fariñas nos explicó su postura durante una entrevista que se retransmitió en la rueda de prensa. Entre los 25 periodistas encarcelados en la isla se encuentra Ricardo González Alfonso, corresponsal de Reporteros sin Fronteras, condenado a veinte años de prisión durante “La Primavera Negra” de marzo de 2003. Su estado de salud se ha deteriorado notablemente en los últimos meses. La escritora Zoé Valdés, participante junto con Jean-François Julliard, subrayó que recientemente se ha intensificado la represión contra las Damas de Blanco, colectivo de madres, esposas y hermanas de prisioneros políticos. Una manifestación organizada por ellas el 17 de marzo pasado en La Habana, la víspera de la conmemoración de la "Primavera Negra", fue brutalmente reprimida por las autoridades. La escritora también mencionó el debilitamiento de la imagen del régimen castrista desde la muerte de Orlando Zapata Tamayo. Otro de los participantes, el escritor y académico Jacobo Machover, denunció la gran complacencia de ciertos gobiernos –de Francia, España y de América Latina– frente a la arbitrariedad de un régimen que aún no ha ratificado los dos pactos de derechos humanos de las Naciones Unidas que, sin embargo, firmó durante el ascenso oficial de Raúl Castro al poder en febrero de 2008. “Los disidentes en huelga de hambre no lo hacen sólo por ellos mismos, lo hacen por todos”, recordó Jacobo Machover, quien estima que ahora “renace una pequeña esperanza para el futuro de la isla que tanto había dejado de alimentarse”. Tras la carta enviada el 17 de marzo al presidente brasileño Lula y las acciones sugeridas por Reporteros sin Fronteras a la presidencia española de la Unión Europea, Jean-François Julliard concluyó: “estamos a la escucha de los gobiernos cualquiera que sea su tendencia, pero la comunidad internacional no puede guardar más silencio frente al sufrimiento de los disidentes y la ausencia de libertad impuestos por un régimen del que las tímidas señales de apertura cesan en el umbral de los derechos humanos”.
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Mise à jour le 20.01.2016