Hu Jia condenado a tres años y medio de cárcel : toda una "provocación" a cuatro meses de la apertura de los Juegos Olímpicos

Reporteros sin Fronteras se rebela ante la condena a tres años y medio de cárcel del militante Hu Jia, considerado culpable de “incitación a la subversión del poder del Estado”. La organización quiere hacer constar su apoyo a su esposa, Zeng Jinyan -en arresto domiciliario junto con su hija de cuatro meses-, y a los abogados y amigos que se han movilizado en su favor, a pesar de las amenazas de la Seguridad del Estado. “A cuatro meses de los Juegos Olímpicos la justicia china, a las órdenes de las autoridades, arroja leña al fuego condenando a Hu Jia, figura emblemática de la lucha pacífica para la mejora de la situación de los derechos humanos en China. Arrojando a la cárcel a este hombre que lleva muchos años mostrando su determinación, el gobierno silencia a un portavoz de las víctimas de la represión, que habría tenido el valor de testimoniar ante los miles de periodistas extranjeros que van a acudir a Pekín, para cubrir los Juegos Olímpicos. Aumenta la lista de los presos de los JJOO mientras el Comité Olímpico Internacional permanece desesperadamente silencioso”, ha lamentado la organización. “¿Como puede la Unión Europea, que públicamente ha pedido la libertad de Hu Jia, aceptar seguir siendo humillada de esta forma por las autoridades chinas? En señal de protesta, pedimos a los gobiernos europeos que congelen inmediatamente el diálogo constructivo, iniciado hace varios años con China, sobre los derechos humanos. Y reiteramos nuestro llamamiento a los jefes de Estado y de gobierno, para que boicoten la ceremonia de inauguración de los JJOO de Pekín”, ha añadido la organización. El 3 de abril de 2008, por la mañana, el tribunal intermediario popular de Pekín ha condenado a Hu Jia a tres años y medio de cárcel. Uno de sus abogados, Li Fangping, ha dicho a la prensa extranjera que su cliente no había hecho más que ejercer su derecho a la libertad de expresión, protegido por la Constitución china. “Le han considerado culpable”, ha declarado el abogado Li Fangping a la salida del tribunal. Su esposa Zeng Jinyan, conmocionada por la sentencia, ha declarado: “Es injusto. Su prueba es que publicó en Internet cinco artículos que había escrito y que concedió entrevistas a la prensa extranjera; esto no es justo”. Por su parte, la agencia oficial Xinhua ha confirmado la condena, hablando del “crimen” cometido por el disidente. Mientras que, preguntado por la Agencia France-Presse, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha explicado que “China es un país de leyes. Todos son iguales ante la ley, no podemos parar la aplicación de la ley a causa de los Juegos Olímpicos”. Citada también por la Agencia France-Presse, la madre de Hu Jia ha defendido la inocencia de su hijo: “Estoy muy orgullosa de lo que ha hecho mi hijo. Todo este asunto es una cuestión de libertad de expresión”. Inmediatamente, algunos diputados europeos han denunciado la condena de Hu jia, seleccionado en 2007 para el Premio Sajarov del Parlamento Europeo. En un comunicado conjunto, el eurodiputado liberal Dirk Steckx, presidente de la delegación parlamentaria para las relaciones con China, y Hélène Flautre, presidenta de la subcomisión de derechos humanos, han manifestado su “decepción” e “indignación”. El Presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, ve en esta decisión judicial una “absoluta provocación”, subrayando el carácter “alarmante” de la represión llevada a cabo por las autoridades chinas. Por su parte Daniel Cohn-Bendit, presidente de los Verdes europeos, estima que “la sentencia dictada contra Hu Jia es injusta e inaceptable y contradice totalmente los principios de la Carta Olímpica”. También un portavoz de la delegación de la Comisión Europea en Pekín ha reclamado la libertad inmediata del disidente. En cuanto al COI, se niega a comentar la condena. En una carta abierta, Hu Jia y su amigo Teng Biao dirigieron un llamamiento, a la atención de los periodistas extranjeros: “Quizá ustedes no saben que este entusiasmo, estas sonrisas, esta armonía y esta prosperidad están basadas en la injusticia, las lágrimas, el encarcelamiento, la tortura y la sangre”. El 18 de marzo juzgaron a Hu Jia en unas pocas horas, sin que la defensa pudiera presentar testigos. A los diplomáticos y periodistas extranjeros se les impidió asistir a la vista, con la excusa de que la sala era demasiado pequeña. Hu Jia, de 34 años y afectado de hepatitis, ha sido considerado culpable de publicar en sitios chinos con sede en el extranjero, y más precisamente en Boxun, artículos sobre la situación de los derechos humanos antes de los Juegos Olímpicos. El militante, conocido por su lucha en favor de los enfermos de Sida, también hizo declaraciones en muchos medios de comunicación extranjeros, y en embajadas. El 27 de diciembre de 2007 una veintena de policías irrumpió en el domicilio de Hu Jia, en Pekín, donde se encontraban su mujer, Zeng Jinyan, y su hija que entonces tenía 6 semanas. Los policías cortaron la conexión a Internet y los teléfonos, y después detuvieron a Hu Jia. Veinte días antes, Reporteros sin Fronteras y la Fundación de Francia habían concedido un premio especial a Hu Jia y Zeng Jinyan, como reconocimiento a su compromiso con la libertad de expresión antes de los Juegos Olímpicos de Pekín.
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Updated on 20.01.2016