Fuerte tendencia a la polarización se evidencia por agresiones en la calle

Más de diez casos, con frecuencia graves, de ataques en contra de periodistas de distintos medios de comunicación se han observado en los últimos días en Buenos Aires o sus alrededores. Este estallido inédito de violencia aparece en un país en donde la amenaza física en contra de esta profesión, es tradicionalmente menor que en otras partes de la región. Esta situación se debe, sin embargo, a una creciente polarización que requiere debates y soluciones. "Condenamos enérgicamente estas brutalidades y esperamos que una respuesta penal ejemplar evitará que se repitan. Acogemos con satisfacción las medidas de protección anunciadas por el gobierno federal, así como por el de la provincia de Buenos Aires para la atención de los periodistas víctimas de la agresión cometida frente al hospital público Claudio Zin. En un momento en el que los profesionales de la información se ven agredidos con mayor frecuencia, sea cual sea su medio de comunicación: público o privado, cercano al gobierno o crítico de su gestión, nos parece necesario que un protocolo de seguridad y protección se ha establecido en beneficio de la toda la profesión. Esta tarea podría ser encomendada al Congreso, con la participación de las organizaciones y sindicatos de periodistas, en un espíritu de consenso y de garantizar el pluralismo”, sugirió Reporteros sin Fronteras. Mariano Vega, fotógrafo del diario Tiempo Argentino, Adrián Subelza del diario Crónica, Julio Mosle, Federico Molinari y Florencia Downes de la agencia de información pública Télam, y Ignacio Vaschetto, del sitio Malvinoticias figuran entre las principales víctimas de la agresión ocurrida, el 5 de junio de 2012, en el partido de Buenos Aires, Malvinas Argentinas. El grupo de periodistas presente, cubría una manifestación frente al hospital público Claudio Zin, tras la muerte de una niña por negligencia médica, cuando fueron atacados por individuos enojados. Los agresores se identificaron con el intendente local Julio Cariglino, del Partido Justicialista (peronista), el mismo de la presidenta Cristina Kirchner, pero de tendencia opositora. Los periodistas confiaron a Reporteros sin Fronteras la falta de acción de una patrulla de la Policía que había llegado al lugar de los hechos. Julio Mosle fue incluso arrojado sobre el capó de un móvil policial antes de ser golpeado con palos. El periodista perdió dos dientes y sufrió múltiples lesiones. A sus colegas Mariano Vega y Adrián Subelza, quienes también fueron golpeados, les rompieron sus equipos antes de verse obligados a abandonar el lugar apresuradamente. Adrián Subelza nos contó: "Me persiguieron cuando ingresé al hospital para hablar con el tío de la nena. Estaban todos bien organizados. Cuando salimos junto con un colega para irnos, en la esquina se nos vinieron encima como cuarenta personas, preguntándonos que hacíamos, quiénes éramos. Somos periodistas le digo y empezaron a golpearnos". Una agresión de este mismo estilo ya se había presentado el 1 de junio, en contra un equipo del polémico programa "6,7,8" del canal del Estado Canal 7, durante una "cacerolazo" contra el gobierno en el Barrio Norte de la Capital Federal. Luego de media hora de presencia de los periodistas, cerca de las 10 de la noche, los manifestantes se tornaron muy agresivos y pasaron de los insultos a los golpes contra Sergio Loguzzo, Lucas Martínez y Ezequiel Schneider . "Lo volvieron a empujar (Sergio Loguzzo), se levantó y otra vez lo tiraron al piso, donde le pegaron patadas. A Lucas también le pegaron", explicó Ezequiel Schneider a Reporteros sin Fronteras. Al día siguiente, los mismos manifestantes estaban esperando a los periodistas a la salida del hospital, obligándolos a permanecer allí hasta la una de la madrugada. Los periodistas ya habían sido agredidos en circunstancias similares el pasado 22 de mayo, frente al Palacio de Tribunales. Para Ezequiel Schneider, el pertenecer a un medio público es el origen común de estos hechos. "Esta situación debería incitar a la profesión en su conjunto a reflexionar sobre estas prácticas y sobre los programas o las posiciones que pueden llevar a exponer directamente a los periodistas en reportaje, que ponen la cara al público. Lo que acaba de sufrir el equipo '6, 7,8' afecta también a sus colegas de grupos de medios privados y críticos, muchas veces insultados y a veces agredidos por militantes partidarios del gobierno. La polarización, cuya responsabilidad apunta en primer lugar a los medios en general, se constituye como un peligro mayor para la libertad de informar”, advirtió Reporteros sin Fronteras. Finalmente, la organización espera la pronta obtención de resultados en la investigación que se adelanta frente a la amenaza que se presentó, el pasado 29 de mayo en 9 de Julio (provincia de Buenos Aires), contra el periodista Gustavo Tinetti, cuando se preparaba para presentar su programa transmitido por la radio Cadena Nueve, en la red a través del sitio bajo el mismo nombre y por la estación FM 89.9 Máxima. Un desconocido con un arma le ordenó dejar de transmitir sus informaciones, luego hizo alusión a las hijas del periodista antes de irse. Gustavo Tinetti es el autor de incomodas revelaciones para el alcalde de 9 de Julio, Walter Battistella.
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Updated on 20.01.2016