Francia. RSF pide al defensor del pueblo que investigue la violencia policial contra la prensa en las las manifestaciones de los "chalecos amarillos"

Reporteros sin Fronteras pide al defensor del pueblo, Jacques Toubon, que investigue los ataques de la policía contra periodistas, especialmente fotógrafos, mientras cubrían las protestas de los "chalecos amarillos" el pasado sábado, 8 de diciembre. Algunos informadores han denunciado ser blanco deliberado de las pelotas de goma lanzadas desde muy cerca. La policía ha confiscado además el equipo de protección, incluidos cascos y máscaras antigas, de profesionales de la información, pese a estar claramente identificados como tales. En algunos casos, han llegado a ser amenazados con ser detenidos si no aportaban sus equipos.


"Urgimos a las autoridades a aclarar esta violencia y a devolver los equipos, incluidos los de protección, que han sido confiscados a los periodistas, además de garantizar que no habrá este tipo de sustracciones en el futuro", afirma el secretatio general de Reporteros sin fronteras, Christophe Deloire. "Teniendo en cuenta la gravedad de los eventos, también pedimos que se examinen los varios actos de violencia que se han producido".



El periódico Parisien-Aujourd’hui en France ha informado que dos de sus fotógrafos han sido alcanzados por balas de goma en los Champs-Elysées. Uno de ellos, Yann Foreix, informó en Twitter que llegó a perder la conciencia por ser alcanzado en la parte trasera del cuello y tuvo que ser trasladado al hospital. Paul Conge, reportero de la web de noticias Explicite, fue alcanzado por una granada de mano en el muslo.


Otros reporteros y fotógrafos han descrito escenas de violencia excepcional y han asegurado haber sido blanco deliberado de ella. Pese a llevar identificación de prensa, el fotógrafo de JDD, Éric Dessons, terminó con la mano rota tras ser alcanzado dos veces en los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en los Campos Elíseos.


"Es la primera vez que se producen tantos casos de violencia con serias consecuencias", lamenta Wilfrid Estève, de Studio Hans Lucas, para el que trabajan decenas de fotógrafos. "Todos estos profesionales experimentados estaban claramente identificados como prensa y aún así muchos de ellos fueron alcanzados desde atrás, por la espalda". 



Otros fotógrafos de Libération han descrito casos similares. Uno fue alzando en la cara, otro tuvo que echarse al suelo para protegerse, y otros aseguran haber sido blanco deliberado.



También hay periodistas que se quejan de haber estado expuestos a un mayor peligro por haberles confiscado cascos y otros equipos de protección. 



"Nos han hecho más vulnerables e incluso nos han puesto en peligro", afirma Véronique de Viguerie. La policía le confiscó una mochila con dos máscaras de gas y dos cascos para ella y su compañero fotógrafo. 



El fotógrafo de Studio Hans LucasJulien Autier,  fun amenazado con ser detenido si no aportaba su máscara de gas, y Boris Allin, fotógrafo freelance para Libération, ha asegurado en Twitter que los oficiales de policía que le confiscaron su equipo no aportaron sus números de identificación.


Bajo la Constitución francesa el defensor del pueblo es una autoridad independiente que tiene como misión defender los derechos y liberales. Entre sus obligaciones está incluida garantizar el respeto de la policía a su código profesional de conducta.


El año pasado, RSF pidió al defensro del pueblo , Jacques Toubon, que investigara diez casos de periodistas agredidos por la policía en manifestaciones. El 10 de enero de 2018, Toubon recomendó en la Asamblea Nacional francesa que se prohibiera a la policía usar balas de goma.


Francia ocupa el puesto 22 de los 180 países que conforman Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras.


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Updated on 11.12.2018