El gobierno estadounidense pide a Twitter que entregue información personal sobre usuarios relacionados con Wikileaks

Reporteros sin Fronteras denuncia el acoso del gobierno estadounidense en contra de WikiLeaks y de sus colaboradores. En efecto, un tribunal del distrito de Alexandria (Virginia), dirigió el 14 de diciembre de 2010, una conminación a Twitter, firmada por la jueza Theresa Buchanan, en la que pide información « pertinente » sobre los usuarios que podrían estar relacionados con el sitio Web Wikileaks, en el marco de una « investigación criminal en curso ». La información solicitada, desde el 1 de noviembre de 2009 a la fecha de emisión de la conminación, conciernen a Julian Assange, fundador de Wikileaks, Bradley Manning, sospechoso de pasar los cables diplomáticos al sitio Web, Rop Gonggrijp, ex colaborador de Wikileaks, Jacob Appelbaum, programador estadounidense, y Brigitta Jonsdottir (@birgittaj), diputada islandesa y ex voluntaria de Wikileaks. « Tras las presiones ejercidas sobre Paypal, Visa, MasterCard y Amazon, el gobierno estadounidense aumenta el ensañamiento contra Wikileaks y sus colaboradores. El gobierno federal busca a toda costa abrir una investigación criminal, lamenta Reporteros sin Fronteras. Tal forma de proceder representa 'un grave perjuicio' a la protección de datos personales por parte de la administración Obama, quien afirmó en varias ocasiones ser favorable a la libertad de expresión en línea ». En una carta dirigida al presidente Obama y al fiscal general Eric Holder, Reporteros sin Fronteras ya solicitó a las autoridades estadounidenses que renunciasen a perseguir a Wikileaks y a sus colaboradores, argumentando que la « publicación de información – aunque fuera clasificada – por parte de Wikileaks y de los cinco medios de comunicación asociados, constituye una actividad periodística de información al público y por lo tanto se acoge a la Primera Enmienda ». Así pues, Reporteros sin Fronteras pide al gobierno estadounidense, en nombre de los principios constitucionales fundamentales, que renuncie a conseguir estos datos personales y que cierre esta investigación. Mark Stephens, uno de los abogados de Julian Assange, afirma que esta nueva acción traduce « la desesperación de los Estados Unidos por pillar a toda costa » a su cliente por « crimen ». La magnitud de la información solicitada por la justicia estadounidense es impresionante. Vienen incluidos : las grabaciones de tweets o conversaciones entre usuarios, direcciones IP, email y postal de las personas incriminadas, así como las formas y fuentes de pago, en particular con los datos bancarios. Al acceder a los intercambios entre usuarios y a la opción de co-gestioń de algunas cuentas, las autoridades estadounidenses tienen la posibilidad de hacer mayor su campo de « sospechosos » en el caso Wikileaks. Reporteros sin Fronteras saluda la inicitaiva de Twitter al informar a los usuarios del procedimiento en curso. En un primer momento, las autoridades le ordenaron a Twitter que mantuviese la información en secreto y que no avisasen a los usiarios concernidos. Después de lo que parece ser una « batalla jurídica », Twitter consiguió el permiso, el 5 de enero de 2011, para avisar a los internautas incriminados. El Sitio Web afirmó que sin la existencia de un procedimiento jurídico por parte de los usuarios concernidos para oponerse al requerimiento de los Estados Unidos, o bien sin un acuerdo amistoso en un plazo de diez días, estará obligado a entregar los datos. La diputada islandesa Brigitta Jonsdottir afirmó que nunca entregaría tal información de forma « voluntaria » a la justicia estadounidense. En un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, declara : « Espero que no se piensen que soy tan ingenua como para publicar en mi cuenta Twitter mensajes importantes o que me podrían incriminar ». Ya afirmó haberse puesto en contacto con el ministro de Justicia islandés, y haber solicitado una cita con el embajador de Estado Unidos en Reykjavik. El ministro de Interior islandés declaró que la forma de proceder de los estadounidneses llegaba a ser « grave e inquietante ». Wikileaks considera que se podrán haber dirigido conminaciones similares a Facebook y Google, los cuales de momento no han comentado el caso. La página en Facebook del sitio Web cuenta ya con más de 1,5 millones de « fans » y su cuenta en Twitter interesa a más de 600 000 internautas.
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Updated on 20.01.2016