De Trípoli a Manama, las exacciones contra los medios de comunicación no paran

SIRIA Las autoridades sirias continúan deteniendo de forma arbitraria a todos los que se atreven a hacer escuchar su voz. El 2 de mayo de 2011 el escritor y periodista sirio originario de la región de Alepo, Omar Koush, fue arrestado en el aeropuerto de Damasco tras haber participado en una conferencia en Turquía. El 29 de abril publicó un artículo titulado: “Turquía, relaciones duales entre los países árabes, por un lado, y las organizaciones islámicas, por otro”. Además, en un comunicado de prensa publicado este 2 de mayo, la cadena Al-Jazeera informó que perdió contacto con una de sus periodistas, Dorothy Parvaz, desde que ésta llegó a Damasco en un vuelo de Qatar Airways, el 29 de abril pasado. La cadena pidió a las autoridades sirias que le proporcionen rápidamente noticias de ella. “Estamos muy preocupados por la seguridad de Dorothy", expresó el portavoz de la cadena. “Pedimos toda la cooperación de las autoridades sirias para conocer qué le sucedió en el aeropuerto, dónde se encuentra actualmente y cuál es su estado de salud. Queremos que regrese a Al-Jazeera de inmediato y a salvo”, agregó. Dorothy Parvez, periodista estadounidense-canadiense-iraní de 39 años de edad, trabaja para la cadena qatarí desde 2010. Cabe recordar que la cadena había anunciado anteriormente, el 27 de abril pasado, su decisión de suspender por un periodo indefinido todas sus actividades en el conjunto del territorio sirio debido a las múltiples intimidaciones y amenazas recibidas por su equipo. Los empleados sirios de la cadena han recibido numerosas amenazas de las autoridades, sus oficinas han sido atacadas, les lanzaron piedras y huevos los días 24, 25 y 26 de abril de 2011. El pasado 30 de abril, una centena de personas se reunió frente a las instalaciones de Al-Jazeera en Damasco acusando al canal de decir “mentiras” y de “exageración” en su cobertura del movimiento contra el régimen, que inició a mediados de marzo en Siria. El 30 de abril pasado el cineasta y ciberactivista Firas Fayyad fue secuestrado en un cibercafé a las 22 horas. Firas Fayyad, de 27 años de edad, quien estudió cine en Francia, es activista en Facebook. Su película más reciente, “Damasco”, narra la construcción de la Siria contemporánea y analiza los problemas políticos que agitan al mundo árabe. Este hecho se suma a la larga lista de exacciones contra los profesionales de los medios de comunicación: salida forzada del país de corresponsales de agencias de prensa y de numerosos periódicos, obstaculización de las investigaciones, agresiones y detenciones arbitrarias de periodistas. Ejercer libremente su oficio y tratar el tema de las manifestaciones actuales se ha vuelto imposible en Siria. Finalmente, el régimen sirio emprendió una ola de arrestos de activistas políticos. Así, el 1 de mayo el abogado y defensor de los derechos humanos Hassan Ismail Abdel Azim, de 81 años de edad, fue arrestado en su oficina. Hazem Nahar, escritor y activista de la oposición, fue arrestado el 28 de abril. En respuesta a la violenta represión de las manifestaciones en el país, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó una resolución que pide enviar a Siria una misión de investigación, con el objetivo de que los autores de los atentados contra los derechos humanos rindan cuentas ante la justicia. Reporteros sin Fronteras recuerda que aún se encuentran encarcelados: - Fayez Sara, periodista y escritor sirio detenido el 11 de abril de 2011. - Khaled Sid Mohand, periodista argelino que colaboraba con Le Monde y era colaborador regular de Radio France, detenido el 9 de abril (ver: http://www.facebook.com/home.php?sk=group_149193425148628 y la petición: http://fr.rsf.org/petition-liberez-khaled-sid-mohand,40191.html). - Mohamed Zaid Mistou, periodista noruego de origen sirio detenido el 7 de abril. - Kamal Sheikhou, bloguero sirio detenido el 15 de marzo pasado. Seguimos sin noticias de los periodistas Akram Abu Safi y Sobhie Naeem Al-Assal, desde el 24 de marzo pasado. ARABIA SAUDITA El 29 de abril de 2011 las autoridades saudíes publicaron un decreto con el que imponen nuevas restricciones a los medios de comunicación y limitan la libertad de prensa de manera drástica. Este decreto, que enmienda cinco artículos de la ley de 2000, pretende impedir el efecto de contagio de los movimientos de protesta populares que agitan el mundo árabe desde principios del año. El texto prohíbe a los medios de comunicación publicar toda información contraria a la sharia o que “sirviera a los intereses extranjeros y atentara contra la seguridad nacional”. Asimismo, pide a los periodistas publicar “críticas objetivas y constructivas que sirvan al interés general”. A quien infrinja estas disposiciones podría imponérsele una multa que puede llegar hasta los 500.000 riyals (cerca de 90.000 euros). Las autoridades también pueden prohibir de por vida el derecho de una persona a escribir en un medio de comunicación. Los términos utilizados en este decreto son muy vagos y dejan un importante margen a la arbitrariedad. Reporteros sin Fronteras pide la abrogación inmediata de estas disposiciones. Además, el escritor Nazir Al-Majid, quien fue arrestado el 17 de abril pasado por haber participado en manifestaciones, fue suspendido de sus funciones como profesor en una escuela pública de la ciudad de Khobar. Durante su arresto, agentes de las fuerzas de seguridad registraron su domicilio y confiscaron su ordenador. Nazir Al-Majid publicó en abril pasado un artículo titulado “Protesto, soy un ser humano”, en el sitio informativo rashid.com. En los últimos días las autoridades saudíes también arrestaron a dos blogueros chiitas en la gobernación de Qatif (este del país): Moustafa Badr Al-Moubarak, de 26 años de edad, y Hossein Kathem Al-Hashem, estudiante de 25 años, ambos conocidos por sus actividades en la Red. Actualmente se encuentran detenidos en la comisaría de la ciudad de Safwa. Les confiscaron sus ordenadores. Según información recabada por la organización Front Line, Sheikh Mekhlef bin Dahham Al-Shammari, reformador social y escritor detenido desde el 15 de junio de 2010 sin que se haya efectuado un proceso, podría ser juzgado ante el Tribunal de Seguridad del Estado. Se teme que sea acusado de terrorismo, cargo que se le imputó cuando fue arrestado en 2007. En estos últimos años Sheikh Mekhlef bin Dahham Al-Shammari ha sido detenido en múltiples ocasiones por su proximidad a los representantes de la comunidad chiita saudí. Desde el inicio de las “revoluciones árabes” y del movimiento de protesta en el país vecino, Bahréin, las autoridades de Riad han puesto especial cuidado en no dejar que ese movimiento llegue a Arabia Saudita. Todos los medios son buenos: bloqueo de los sitios web creados tras las manifestaciones en Túnez y en Egipto que piden reformas en el reino (http://dawlaty.info/ y http://www.saudireform.com/); bloqueo de la página Facebook “Revolutionary nostalgia", que pide reformas; prohibición a los periodistas extranjeros de cubrir las manifestaciones en el este del país. En marzo de 2011 se impidió a un equipo de la BBC cubrir los disturbios en Hofuf. El 15 de marzo de 2011 las autoridades le quitaron su acreditación a un corresponsal de Reuters por haber publicado información sobre una manifestación que éstas consideraron inexacta. La organización recuerda que Arabia Saudita ocupa el lugar 157, entre 178 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2010. YEMEN El 30 de abril de 2011 agentes de la Seguridad Nacional arrestaron en el aeropuerto de Saná a Ali Ghamdan, periodista yemení que trabaja en la oficina de la cadena Al-Jazeera ubicada en Doha, en Qatar, cuando llegaba para pasar sus vacaciones en familia. Este arresto se inscribe en una campaña de intimidación emprendida por el régimen yemení contra los medios de comunicación. Las oficinas de la cadena qatarí fueron atacadas y a sus periodistas les quitaron sus acreditaciones. El 25 de marzo pasado la cadena anunció el cierre de sus oficinas en Saná. La víspera, el periodista Wahib Al-Nasari, quien trabaja en la oficina del diario emiratí Al-Khalij en Saná, fue atacado por simpatizantes del régimen en una calle de la capital, tras haber cubierto una manifestación muy importante después del rezo del viernes. Reporteros sin Fronteras pide a las autoridades yemenís que liberen a Ali Ghamdan y que pongan fin a esta represión, inaceptable, contra los medios de comunicación que cubren el movimiento de protesta popular. Represión marcada por arrestos, expulsiones de periodistas extranjeros, ataques físicos y confiscación de periódicos. OMÁN Reporteros sin Fronteras lamenta el bloqueo del foro Al-Harah Al-Omania, efectuado por los operadores Omantel y Nawras. Oficialmente el foro habría violado las leyes del sultanato. No obstante, este bloqueo sucede después de que los administradores del sitio se negaran a proporcionar a las autoridades datos personales de algunos usuarios. La semana pasada el Comité de la oficina de la fiscalía encargado de investigar los delitos relacionados con el uso de las nuevas tecnologías anunció que emprendería acciones legales contra los directores del sitio por negarse a cooperar. En un comunicado publicado el 1 de mayo de 2011, la dirección de sitio declaró que, de cualquier manera, el foro no tenía la capacidad técnica de precisar la identidad de un participante del foro, pues el servidor del sitio no conserva en sus bases de datos las direcciones IP de los participantes. Los directores del sitio no vacilaron en calificar de arbitraria e injustificada esta decisión de bloqueo. El sitio también había publicado videos y artículos sobre las manifestaciones que tuvieron lugar en el país. Los usuarios afirmaron que, si el bloqueo continúa, abrirán un nuevo sitio. El foro era uno de los cinco sitios web más populares del sultanato. Reporteros sin Fronteras pide que se elimine el bloqueo de Al-Harah y que se retiren los cargos interpuestos contra los directores del foro. Por otra parte, Reporteros sin Fronteras tuvo conocimiento del despido de Ahmed Al-Shezawi, periodista omaní de Al-Shabiba, debido a su participación en una manifestación. El periodista fue arrestado el 29 de marzo pasado en su domicilio de Mascate por participar en las manifestaciones de Sohar, junto con activistas y defensores de los derechos humanos; fue liberado el 10 de abril. Según información recabada por Amnistía Internacional, Ahmed Al-Shezawi, detenido en un lugar desconocido, habría estado aislado, sometido a música fuerte día y noche y habría sido interrogado sobre sus nexos con organizaciones extranjeras, en especial con la BBC. Supo de estaba despedido cuando regresó a la redacción de su diario. El periódico no mencionó su detención en su versión impresa ni en su formato electrónico. “Condenamos esta política de intimidación emprendida por el Estado omaní contra todo periodista que expresa una opinión contraria a la del régimen”, declaró Reporteros sin Fronteras. BAHRÉIN Reporteros sin Fronteras recabó el testimonio de un periodista extranjero sobre las dificultades que encontró en Bahréin, tanto a nivel de condiciones de trabajo, como de los límites que no hay que sobrepasar. El reportero prefirió permanecer en el anonimato. “Poco después de llegar al hotel, las autoridades nos advirtieron que no podíamos salir sin una escolta del Ministerio de la Información. Debimos aceptar. Pronto nos dimos cuenta que no podíamos filmar o tratar todos los temas que queríamos. La escolta nos decía lo que podíamos hacer, las personas a las que podíamos entrevistar”, nos confió. LIBIA A James Foley, reportero freelance de GlobalPost.com, y al fotógrafo español Manu Brabo, arrestados el 5 de abril de 2011 y quienes se encontraban detenidos juntos, se les permitió contactar a su familia el 23 de abril pasado. A Clare Morgana Gillis, corresponsal estadounidense del sitio TheAtlantic.com, detenida al mismo tiempo y trasladada a una prisión de Trípoli para mujeres, se le autorizó dos veces contactar a sus seres cercanos, el 21 y el 26 de abril pasado. Los periodistas pudieron tranquilizar a sus allegados sobre las condiciones en las que se encuentran detenidos y su estado de salud. Según los detalles que Clare Morgana Gillis proporcionó a su familia, el fotógrafo austriaco-sudafricano Anton Lazarus Hammerl, desaparecido el mismo día, no estaba con ellos cuando los detuvieron. El Ministerio de Asuntos Exteriores austriaco confirmó que el fotógrafo estaba vivo y que negociaba su liberación con las autoridades de Trípoli. Aún se encuentran detenidos los periodistas: Kamel Ataloua, de Al-Jazeera, desde principios del mes de marzo, y el periodista tunecino-canadiense que trabaja para la cadena Al-Alam, Lotfi Ghars, desde el 16 de marzo pasado. El periodista freelance estadounidense Matthew VanDyke se encuentra desaparecido desde el 12 de marzo pasado. El Consejo Nacional de Transición de Bengasi confirmó que seis periodistas libios se encontraban actualmente detenidos por las fuerzas leales a Muamar el Gadafi. Reporteros sin Fronteras exige la liberación inmediata de todos estos periodistas.
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Updated on 20.01.2016