Asesinato de dos periodistas en EU cuando transmitían en directo

La periodista Alison Parker y el camarógrafo Adam Ward, del canal WDBJ7, filial de CBS en Virginia, fueron asesinados el 26 de agosto de 2015 mientras transmitían en directo.

El asesinato de dos periodistas, Alison Parker y Adam Ward, ocurrido en Virginia, Estados Unidos, cuando transmitían en directo, es un hecho trágico sin precedentes en un país donde cada año miles de personas son asesinadas con arma de fuego”, lamentó Christophe Deloire, Secretario General de Reporteros sin Fronteras (RSF). “Según los primeros elementos de la investigación, al parecer los reporteros fueron asesinados debido a una venganza, y no a su labor periodística. Aunque será la investigación la que determinará si su cualidad de periodistas tuvo qué ver con el crimen”, agregó.


Desde el año 2010, seis periodistas de nacionalidad estadounidense han sido asesinados en el ejercicio de sus funciones; todos ellos en países en guerra. Este fue el caso del periodista Luke Sommers, quien perdió la vida durante una operación de rescate en Yemen, en diciembre de 2014. También el del periodista James Foley, decapitado por el grupo Estado Islámico en agosto de 2014. Los otros periodistas asesinados fueron Steven Sotloff y Marie Colvin, en Siria; Chris Hondros, en Libia, y Rupert Hamer, en Afganistán. En circunstancias muy diferentes a las del reciente ataque, cierto.


Aunque no se trate exactamente del mismo caso, de periodistas atacados por su labor periodística en países en guerra o asesinados porque investigaban redes de corrupción o de tráfico de droga, el hecho de asesinar a dos periodistas a sangre fría mientras transmitían en vivo y en directo demuestra una cierta intención de teatralizar los actos de violencia cometidos contra ellos”, señaló Delphine Halgand, directora de Reporters Without Borders (RSF) USA.


En Estados Unidos son muy raros los casos en los que periodistas han perdido la vida mientras realizaban su trabajo. El fotorreportero Bill Biggart, perdió la vida el 11 septiembre de 2001 mientras cubría las operaciones de rescate en el World Trade Center debido a la caída escombros. El 5 de octubre de 2001 el periodista de The Sun de Boca Raton (Florida), Robert Stevens, murió tras la inhalación de ántrax: había recibido un sobre contaminado, como numerosos periodistas y funcionarios federales.


El último periodista fallecido en territorio estadounidense debido a su trabajo fue Chauncey Bailey, en 2007. Este periodista de The Oakland Post, que realizaba reportajes sobre casos de corrupción, fue asesinado por esbirros del líder de un grupo criminal, al que el periodista investigaba.


En el mundo, uno de los últimos casos de periodistas asesinados en los que el crimen fue transmitido en directo ocurrió el 7 de agosto pasado en el norte de Brasil, cuando un conductor de la Radio Liberdade, Gleydson Carvalho, que denunciaba la corrupción de políticos locales, fue asesinado a sangre fría por dos sujetos armados cuando estaba conduciendo su programa. Por otra parte, en octubre de 2014, en México, Atilano Román Tirado, reportero de la radio Fiesta Mexicana en el estado de Sinaloa, conducía su programa semanal en directo cuando dos hombres irrumpieron en el estudio y lo asesinaron. A menudo hacía críticas a las autoridades locales.

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Updated on 06.06.2016