Aparente desviación del programa de protección de los periodistas con fines de espionaje

Claudia Julieta Duque, corresponsal de la emisora Radio Nizkor, ha denunciado ante Reporteros sin Fronteras el acoso y las medidas de intimidación de los que fue víctima días antes de dar su testimonio ante las autoridades por la persecución que ha sufrido desde el año 2001 por parte de los servicios de inteligencia del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad). Según las acusaciones de la periodista, entre las pruebas que tiene la Fiscalía General de la Nación también queda en evidencia que es a través del programa de protección del Ministerio de Interior, del que en teoría se beneficia, que se pasa información suya a los servicios de información. “Sabiendo cuáles son los antecedentes del DAS en materia de espionaje de periodistas y medios de comunicación, que denunciamos reiteradas veces, no es muy sorprendente, aunque escandaloso, que los servicios de inteligencia se hayan infiltrado en el propio programa de protección de periodistas. Después del escándalo de las “chuzadas”, este asunto anonada aún más la presidencia de la República. Tarde o temprano, Álvaro Uribe tendrá que responder de prácticas que ponen directamene en peligro la vida de los periodistas cuando, por lo contrario, éstos deberían ser protegidos. Esperamos que las súplicas de Claudia Duque ante las Naciones Unidas por fin lleven a la apertura de una investigación exhaustiva respecto a las actuaciones del DAS”, declara Reporteros sin Fronteras. El 16 de octubre de 2009, alrededor de las 12h30, cuando la periodista estaba ausente, varios individuos intentaron entrar en su domicilio. El hermano de Claudia Duque, que se encontraba entonces en el piso, disuadió a los intrusos. Éstos se retiraron pero permanecieron en el complejo residencial. En el vídeo de las cámaras de seguridad, se les ve hablando por teléfonos móviles. El conserje de la residencia, al que avisó el hermano de la periodista, no intervino y dejó que los individuos se fueran sin interpelarlos ni dar la alarma. Luego, se repartieron en cuatro coches que esperaban a la entrada y se marcharon. El mismo día, se cortó el teléfono de la periodista entre las 12h y las 19h, y dos de las veinte cámaras de vigilancia de la residencia estaban averiadas. Este conjunto de “coincidencias” se añade a una lista de llamadas telefónicas sospechosas a la familia de Claudia Duque, preguntando, entre otras cosas, dónde se encontraba la periodista. Por otra parte, ésta declaró que desde el mes de julio unos desconocidos la siguen con frecuencia. El 23 de octubre, la periodista entregó una carta al Ministerio de Interior en presencia de un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de un representante de las Naciones Unidas. Entre otras cosas, pide la adopción de una directiva que prohiba el espionaje y la discriminación contra periodistas periodistas y columnistas de opinión. También solicita un conjunto de medidas materiales para su seguridad. Se niega ahora a que la escolten, al ser sus propios ex guardaespaldas quienes durante los años 2006 y 2007 los que habrían transmitido la información a los servicios de inteligencia. En su caso, además, se comprobó que antes de tener escoltas, el DAS mantuvo sus teléfonos y correos electrónicos interceptados, realizó registros fílmicos de sus viajes, fotografió a su hija, todo en el marco de graves situaciones de amenazas que fueron denuncias por Reporteros sin Fronteras en el año 2004. Incluso, la periodista informó que existen indicios para afirmar que una denuncia por injuria y calumnia que afrontó durante cinco años, instaurada por el ex subdirector del DAS, Emiro Rojas, habría hecho parte de la estrategia de persecución de los servicios secretos en su contra. “Tengo el deber de denunciar, pero sigo en el programa porque el Estado tiene el deber de protegerme”, declaró la periodista a Reporteros sin Fronteras. quien había renunciado al esquema de protección en abril de 2008 y lo retomó luego de que la Corte Constitucional ordenara al Ministerio del Interior brindarle seguridad en condiciones de dignidad y respeto, y al DAS entregarle toda la información de inteligencia que había recopilado ilegalmente en su contra.
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Updated on 20.01.2016