África

En África se amplió la distancia entre los buenos y los malos alumnos

Los países que reprimieron las protestas populares vivieron caídas vertiginosas Si bien las primaveras árabes de 2011 no desbordaron el África subsahariana hasta el punto de hacer caer a los gobiernos, algunos regímenes enfrentaron fuertes reivindicaciones políticas y sociales. Los periodistas que cubrían estas manifestaciones con frecuencia sufrieron de lleno la respuesta brutal de las fuerzas policíacas, prontas a reprimir sin discernimiento y a atacar a los testigos molestos. Este fue el caso de Angola (132º lugar), donde algunos periodistas fueron detenidos durante las manifestaciones en septiembre. De las elecciones presidenciales de febrero –marcadas por la violencia y la vigilancia de periodistas– a la brutal represión de las "Walk to Work protests" que tuvieron lugar después, durante el año, y en las que decenas de periodistas fueron interpelados, 2011 traerá malos recuerdos para la prensa en Uganda, país que descendió 43 puestos (139º). Fue peor aún para Malawi, que registró la caída más fuerte a nivel mundial, perdió 67 lugares (146º). Durante el verano los periodistas fueron víctimas de la represión, al igual que los manifestantes. Algunos reporteros fueron detenidos y maltratados; destruyeron su material. En septiembre encontraron muerto, sin duda asesinado, al estudiante y bloguero Robert Chasowa. Los medios de comunicación que deseaban investigar este caso fueron intimidados. Asimismo, la legislación de prensa fue fuertemente endurecida a inicios del año, obligando a algunos colaboradores europeos a suspender parte de su ayuda. Los países más cerrados y autoritarios, en la cola de la clasificación Por el control de los medios de comunicación y de la libertad de expresión en general que ejercen las autoridades, Reporteros sin Fronteras considera que la situación es “muy grave” en Ruanda (156º) y en Guinea Ecuatorial (161º). Yibuti, que perdió 49 lugares (159º), se insertó entre estos dos países. El jefe de Estado, Ismael Omar Guelleh, fue reelegido a inicios de 2011 al final de unas elecciones presidenciales decididas de antemano y en las que la oposición no tuvo posibilidades de expresarse en los medios de comunicación. La prensa libre no existe. Seis colaboradores de una radio en el exilio fueron encarcelados cuatro meses; las redes sociales fueron vigiladas para asfixiar las protestas. El hecho de que Costa de Marfil (159º lugar, ex aequo que Yibuti) se encuentre dentro de este grupo puede ser engañoso. En este país la prensa existe –allí donde se encuentran Teodoro Obiang Nguema (Guinea Ecuatorial) o Ismael Omar Guelleh (Yibuti), no– y ésta se expresa –allí donde se encuentra Paul Kagamé (Ruanda) es muy difícil que lo haga–. Pero Costa de Marfil vivió un primer semestre de 2011 dramático para la prensa; la crisis poselectoral se saldó con presiones de todo tipo sobre las redacciones, actos de violencia y los asesinatos de un periodista y de un colaborador de los medios de comunicación. Durante la batalla de Abiyán, a inicios de abril, era imposible para un periodista salir y atravesar la ciudad. Inseguridad, censura y prisión: tres países de África del Este, en los últimos lugares del continente Año tras año los profesionales de la información se encuentran expuestos al caos y la anarquía que reinan en Somalia (164º), país en guerra, sin gobierno estable desde 1991. En 2011 en Mogadiscio fueron asesinados cuatro periodistas. La práctica de la censura previa y las suspensiones de diarios, a las que se sumaron interpelaciones de periodistas, detenciones y malos tratos, justifican la muy mala calificación del Sudán de Omar al Bashir (170º). Finalmente, Eritrea (179º) ocupa por quinto año consecutivo el último lugar de esta clasificación mundial. Este país, dictadura totalitaria del Cuerno de África, padece la opresión en que el presidente Issaias Afeworki lo ha sumergido. Como las otras libertades, la de expresar una opinión, no existe. Al menos unos treinta de periodistas han sido encarcelados; algunos de ellos se encuentran en prisión desde hace diez años, en condiciones terribles. En el otro extremo de esta clasificación, algunos países de África confirman el arraigo de su respeto a la libertad de información o registran progresos notables. Crece el grupo de los buenos alumnos En 2011 encontramos más países africanos entre los primeros 50 de la clasificación (9 frente a los 7 que había el año pasado), incluso hay más entre los 100 primeros lugares (27 este año frente a 24 en 2010). El primer Estado no europeo de la clasificación es uno africano y forma parte de los diez países del mundo más respetuosos de la libertad de prensa. Se trata de Cabo Verde (9º), modelo de buen gobierno, donde la democracia goza de buena salud y la alternancia forma parte de la vida política, lo que se demostró en la elección presidencial del verano pasado. Allí, los periodistas son plenamente libres y se garantiza que todas las fuerzas políticas puedan tener acceso a los medios de comunicación públicos. Namibia (20º) también ocupa un muy buen sitio, se ubica antes que Japón y el Reino Unido, por ejemplo. Botsuana (42º), que ascendió veinte lugares, y las Comoras (45º), 25 puestos arriba, se aproximan a Malí (25º) y rozan a Ghana (41º), tradicionales motores del continente en el respeto a los periodistas. Un progreso espectacular e incursiones notables Níger (29º) experimentó el progreso más grande a escala mundial, ascendió 75 posiciones. La prensa evoluciona en un contexto económico precario, pero es libre y goza de una legislación favorable. Las violaciones casi han desaparecido. La mejoría se observa tanto en las medidas concretas como en los símbolos. Al final del año el presidente Mahamadou Issoufou, elegido en la primavera, fue el primer jefe de Estado que firmó la declaración de la Montaña de la Mesa, comprometiéndose así a promover la libertad de la prensa. Otros jefes de Estado podrían imitarlo, por ejemplo Mohamed Ould Abdel Aziz, presidente de Mauritania (67º). Este país ascendió 28 puestos debido a la adopción de una ley de prensa electrónica, la liberalización audiovisual y un número limitado de incidentes, un progreso que debe reafirmar. Camerún (97º), que había caído en la clasificación de 2010 por el fallecimiento de la periodista Bibi Ngota cuando se encontraba detenida, recuperó en 2011 un lugar honorable, incluso si aún debe esclarecerse por completo este drama, así como la muerte, en noviembre de este año, del periodista anticorrupción y corresponsal de Reporteros sin Fronteras, Jules Koum Koum. Por otra parte, este país necesita imperativamente reformas: despenalización de los delitos de prensa y modernización de la ley de comunicación. Tras su caída, después de la crisis de 2009, Madagascar (84º) continúa progresando, pero el año electoral 2012 estará lleno de retos. En medio El que los medios de comunicación no hayan experimentado incidentes importantes en Senegal (75º), le permitió al país ascender 18 puestos, pero la situación es frágil a un mes de las elecciones presidenciales, que se anuncian tensas. Como en Camerún, las autoridades de Dakar aún no se han decidido a proteger a los periodistas de las penas de prisión despenalizando los delitos de prensa. Pese a que se recurre de manera abusiva a los procesos judiciales contra los medios de comunicación, Liberia (110º) es un país en el que la prensa puede ejercerse de forma libre. No obstante, este año perdió 26 puestos debido a las suspensiones de medios de comunicación y a las agresiones a periodistas que marcaron la reelección de la presidenta Ellen Johnson Sirleaf, en octubre y noviembre, tras un boicot del escrutinio por parte de su opositor Winston Tubman. Finalmente, Sudán del Sur (111º), país independiente desde el 9 de julio de 2011, aparece por primera vez en esta clasificación mundial en una posición decorosa. El reto de este país es construir un Estado sólido y viable, en medio de un ambiente regional muy inestable, garantizando la libertad de expresión. Juba debe evitar definitivamente sumergirse allí donde se hundieron sus vecinos. Descargar la versión PDF
Publié le
Mise à jour le 20.01.2016