Tercera Clasificacion Mundial De La Libertad De Prensa (2004)
Asia Oriental y Oriente Medio son las peores regiones del mundo
Reporteros sin Fronteras publica su tercera clasificación mundial de la libertad de prensa. En Asia Oriental (Corea del Norte, Birmania, China, Vietnam y Laos) y Oriente Medio (Arabia Saudí, Irán, Siria y Irak) es donde la libertad de prensa se ve más amenazada. En cabeza de la clasificación se encuentran mayoritariamente países de Europa del Norte (Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Islandia, Noruega, Países Bajos), verdaderos remansos de paz para los periodistas.
Reporteros sin Fronteras publica su tercera clasificación mundial de la libertad de prensa. En Asia Oriental (Corea del Norte, en última posición, 167; Birmania, 165; China; 162; Vietnam, 161; Laos, 153) y en Oriente Medio (Arabia Saudí, 159; Irán, 158; Siria, 155; Irak, 148), es donde la libertad de prensa se encuentra más amenazada. En esos países, la libertad de prensa es simplemente inexistente y los periodistas están sometidos a represión y censura cotidianas. Allí no están garantizadas ni la libertad de información ni la seguridad de los periodistas. En Irak, la guerra que perdura es la más asesina de los últimos años para la profesión (han matado a 44 periodistas desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2003).
Desgraciadamente existen en el mundo muchos otros puntos negros para la libertad de prensa. Cuba (166) es, después de China, la mayor cárcel del mundo para los periodistas (con 26 detenidos). Desde la primavera de 2003, esos periodistas independientes se pudren en las cárceles, tras haber sido condenados a penas que van de 14 a 27 años de reclusión.
En Turkmenistán (164) y Eritrea (163), no existe ninguna prensa privada. Los habitantes de esos países no tienen más fuente informativa que los medios de comunicación del Estado, dóciles reproductores de la propaganda oficial.
A la cabeza de esta clasificación se encuentran mayoritariamente los países de Europa del Norte (Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Islandia, Noruega, Holanda), auténticos remansos de paz para los periodistas. Entre los veinte países mejor clasificados, solo hay tres que no son europeos (Nueva Zelanda, 9; Trinidad y Tobago, 11 y Canadá, 18).
Otras pequeñas democracias, normalmente pobres, también aparecen entre los países que tradicionalmente respetan más la libertad de prensa: El Salvador (28) y Costa Rica (35) en América Central; Cabo Verde (38) y Namibia (42) en Africa, o Timor-Este (57) en Asia.
Para establecer esta clasificación Reporteros sin Fronteras pidió a sus organizaciones colaboradoras (14 asociaciones de defensa de la libertad de expresión, dispersas en los cinco continentes), a su red de 130 corresponsales, y a periodistas, investigadores, juristas o militantes de los derechos humanos, que respondieran a 52 preguntas que permiten evaluar la situación de la libertad de prensa en un país. En ella aparecen 167 naciones; las demás no están, por falta de informaciones.
Nota metodológica
Esta clasificación permite medir el estado de la libertad de prensa en el mundo. Refleja el grado de libertad que disfrutan los periodistas y los medios de comunicación de cada país y las medidas adoptadas por los Estados, para respetar y hacer respetar esa libertad.
Es una fotografía de una situación, en un período dado. Solamente tiene en cuenta los acontecimientos ocurridos entre el 1 de septiembre de 2003 y el 1 de septiembre de 2004. No tiene en cuenta el conjunto de violaciones de los derechos humanos, sino únicamente los atentados a la libertad de prensa.
Para establecer esta clasificación, Reporteros sin Fronteras realizó un cuestionario retomando los principales criterios -52 en total- que permiten evaluar la situación de la libertad de prensa, en un país dado. Ese cuestionario establece el balance del conjunto de atentados directos contra periodistas (asesinatos, encarcelamientos, agresiones, amenazas, etc.) o contra medios de comunicación (censuras, embargos, registros, presiones, etc.). Igualmente tiene en cuenta el grado de impunidad que disfrutan los autores de esas violaciones de la libertad de prensa. El cuestionario también tiene en cuenta el marco jurídico que rige el sector de los medios de comunicación (sanciones para delitos de prensa, monopolio estatal en algunos terrenos, presencia de un órgano de regulación, etc.), y el comportamiento del Estado frente a los medios públicos y la prensa internacional. Establece también los principales atentados a la libertad de circulación de la información en Internet.
Reporteros sin Fronteras no ha tenido solamente en cuenta las exacciones debidas al Estado, sino también las de las milicias armadas, organizaciones clandestinas o grupos de presión.
Este cuestionario se envió a las organizaciones colaboradoras de Reporteros sin Fronteras (14 asociaciones de defensa de la libertad de expresión, dispersas en los cinco continentes), a su red de 130 corresponsales y a periodistas, investigadores, juristas o militantes de los derechos humanos. Un baremo establecido por Reporteros sin Fronteras permitió después atribuir una calificación a cada cuestionario. Los consejos y la asistencia del Instituto de Estadística de la Universidad de París han permitido un tratamiento más fiable y riguroso de los datos recogidos.
Los 167 países son aquellos de los que Reporteros sin Fronteras ha recibido los cuestionarios rellenos por varias fuentes independientes. Otros no figuran por falta de informaciones fiables y contrastadas. En caso de empate entre varios países, se han clasificado por orden alfabético.
Finalmente, en ningún caso debe tomarse este trabajo como un indicador de la calidad de la prensa, en los países mencionados.