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Clasificación mundial de la libertad de prensa 2007

Eritrea en última posición por primera vez, China y Birmania se estancan en las profondidades de la clasificación

Este año Eritrea reemplaza a Corea del Norte en la última posición de la clasificación mundial de Reporteros sin Fronteras. Otro hecho a destacar es que los Estados miembros del G8, con excepción de Rusia, han puesto fin a su caída en picado en la clasificación. Por otra parte, varios Estados han perdido puestos a causa de que han aumentado la represión en Internet.



Este año Eritrea reemplaza a Corea del Norte en la última posición de la clasificación mundial de Reporteros sin Fronteras, que hoy se publica por sexto año consecutivo y que mide el grado de libertad de prensa en 169 países.



“Es algo que no sorprende en absoluto. Aunque no se conocen todas las violaciones a la libertad de prensa cometidas en Corea del Norte y Turkmenistán, que preceden inmediatamente a Eritrea en esta clasificación, el país se merece ocupar el último puesto. La prensa privada ha desaparecido en el país del autoritario Issaias Afeworki y los pocos periodistas que han osado criticar al régimen se han visto arrojados al presidio. Sabemos que cuatro de ellos han muerto en la cárcel y tenemos sobradas razones para creer que otros van a seguirles”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.



Fuera de Europa -a la que pertenecen los primeros catorce países de la clasificación-, ninguna región del mundo queda al margen de la censura o la violencia con los profesionales de los medios de comunicación.



Entre los veinte países peor clasificados se encuentran 7 asiáticos (Pakistán, Sri Lanka, Laos, Vietnam, China, Birmania y Corea del Norte), 5 africanos (Etiopía, Guinea Ecuatorial, Libia, Somalia y Eritrea), 4 de Oriente Medio (Siria, Irak, Territorios Palestinos e Irán), 3 del antiguo espacio soviético (Belarús, Uzbekistán y Turkmenistán) y 1 americano (Cuba).



“Nos sentimos particularmente preocupados por la situación en Birmania (164 posición). La feroz represión de la Junta Militar en el poder a las manifestaciones no augura nada bueno para el futuro de las libertades fundamentales en el país. Los periodistas continúan trabajando bajo el yugo de una censura implacable a la que no se le escapa nada, ni siquiera los anuncios por palabras”, ha señalado Reporteros sin Fronteras. “Lamentamos también que China (163) siga estancada en las profundidades de la clasificación. Cuando falta menos un año para los JJOO de Pekín, las tantas veces prometidas por las autoridades reformas y puestas en libertad de periodistas no parecen más que una vana ilusión”.

 

Golpes de Estado perjudiciales para las libertades

En Tailandia (135) y Fidji (107), sendos golpes de Estado destinados a restaurar el orden democrático han tenido como consecuencia una degradación de la situación de los medios de comunicación. En Bangkok los medios siguen siendo relativamente libres, pero lo militares han impedido que los partidarios del antiguo régimen pusieran en marcha un canal de televisión. Han detenido a varios animadores de sitios de Internet, y a bloggers. En Fidji, tras unas pocas semanas de mucha tensión entre el ejército y los periodistas con, entre otras cosas, la expulsión de un reportero extranjero, las presiones se han concentrado en las voces críticas que se manifiestan por Internet.



Pakistán (152) sigue muy mal clasificado. El ejército, con el general Pervez Musharraf al frente, en el poder desde su golpe de Estado de 1999, concentra todos los poderes. Durante la crisis desencadenada por la destitución del presidente del Tribunal Supremo se impidió trabajar a los canales privados, y a varias decenas de reporteros les pegaron y detuvieron.

 

Guerra y paz

La guerra es ampliamente responsable de la mala posición de algunos países asiáticos. El recrudecimiento de los combates en Afganistán (142) y Sri Lanka (156) ha convertido en espantosas las condiciones en que trabajan los periodistas. En la región de Jaffna (norte de Sri Lanka) han matado al menos a cinco periodistas. Los beligerantes no reconocen ningún derecho a los profesionales de los medios de comunicación, a los que acusan de apoyar a tal o cual campo.



En Afganistán las primeras amenazas llegaron de los talibanes, y sus aliados. El intérprete y el chofer de un reportero italiano fueron decapitados por un teniente del mollah Omar, mientras que los grupos armados atacaron varias radios. El gobierno, debilitado por el conflicto y la corrupción, ha dado muestras de nerviosismo. Los servicios secretos han detenido a varios periodistas, sobre la base de acusaciones que son auténticos montajes.



En cambio, como ya lo anunciaba el año pasado, Nepal (137) ha llevado a cabo una auténtica remontada en la clasificación, ganando más de veinte puestos. El final del conflicto y la vuelta de un gobierno democrático han tenido como consecuencia inmediata el renuevo de las libertades fundamentales, y han abierto nuevos espacios para los medios de comunicación Pero la violencia étnica en el Sur expone a nuevos peligros a los periodistas.

 

Mejoras inesperadas

Camboya (85) gana algunos puestos gracias a la decisión del gobierno de despenalizar los delitos de difamación. No se ha encarcelado a ningún periodista. En cambio, algunos periodistas khmers han recibido amenazas de muerte, particularmente cuando investigaban casos de corrupción.



En Filipinas (128) se han producido menos asesinatos que en años anteriores. Y las personas cercanas a la presidenta Gloria Arroyo han presentado menos denuncias por difamación.



Los miembros del G8 experimentan una ligera mejoría, salvo Rusia

Mientras que, desde hacía tres años, no cesaban de caer hacia abajo, los países miembros del G8 han ganado algunas posiciones. Francia (31) por ejemplo, sube seis puestos en relación con el año pasado. Los periodistas se han visto libres de la violencia que les afectó a finales de 2005, con motivo de un conflicto sindical en Córcega y de las manifestaciones en los suburbios. Sin embargo, continúa dándose situaciones preocupantes ante la persistencia de casos de censura, registros en redacciones y falta de garantías en lo que se refiere al secreto de las fuentes.



En Estados Unidos (48), las violaciones de la libertad de prensa han sido ligeramente menos numerosas y el blogger Josh Wolf salió en libertad tras permanecer detenido 224 días. En cambio, la detención sin cargos en la base militar de Guantánamo, desde el 13 de junio de 2002, del camarógrafo sudanés de Al-Jazira Sami Al-Haj, y el asesinato de Chauncey Bailey en Oakland, en agosto de 2007, siguen impidiendo que el país acceda al pelotón de cabeza.



También Italia (35) ha frenado su descenso, a pesar de que los periodistas continúan bajo la amenaza de grupos mafiosos, que les impiden realizar su trabajo con total seguridad. En Japón (37), un cierto respiro en los ataques de militantes nacionalistas a la prensa permiten que el país gane catorce puestos.



“Estas evoluciones son una buena noticia. Quizá es que finalmente están dando frutos los repetidos llamamientos a esas democracias, para que se comporten de manera ejemplar. Sin embargo, es necesario mantenerse prudentes y vigilantes. Nunca se conquista nada del todo y esperamos que la tendencia se mantenga, e incluso se acentúe, en el próximo año. De todas manera lamentamos que solo dos países del G8, Canadá (18) y Alemania (20), consigan izarse entre los veinte primeros”, ha indicado Reporteros sin Fronteras.



Rusia (144) no avanza. El asesinato de Anna Politkovskaya, en octubre de 2006, la impunidad de los asesinos de periodistas y la siempre lacerante falta de pluralismo en los medios de comunicación, tienen un peso enorme en el balance de la situación de la libertad de expresión en el país.

 

Tampoco los bloggers escapan a la represión

Internet ocupa un lugar cada vez mayor en la cuenta de atentados a la libertad de expresión. Este año han sido varios los países que han retrocedido en la clasificación a causas de violaciones graves y repetidas a la libre circulación de información en la Web.



En Malasia (124) por ejemplo, pero también en Tailandia (135), Vietnam (162) y Egipto (146), han detenidos a bloggers y han cerrado, o hecho inaccesibles, sitios informativos. “Estamos muy preocupados por la multiplicación de los casos de censura en la Red. Cada vez hay más gobiernos que se percatan del papel esencial que puede jugar Internet en la lucha por la democracia, y crean nuevos medios para censurar la Red. Ahora, las autoridades de los países represivos atacan a los bloggers y a los periodistas digitales con la misma fuerza que a los trabajadores de los medios de comunicación tradicionales”, ha explicado Reporteros sin Fronteras.



Por expresarse en la Red, en el mundo hay detenidas al menos 64 personas. China conserva su liderazgo en esta carrera de la represión, con 50 ciberdisidentes detenidos. Otros ocho están en la cárcel en Vietnam. En Egipto, el joven internauta Kareem Amer fue condenado a cuatro años de cárcel por criticar en su blog al Jefe del Estado, y denunciar la forma en que los islamistas tienen dominadas a las universidades del país.



Para establecer esta clasificación, Reporteros sin Fronteras ha pedido que respondan a un cuestionario de 50 preguntas, que permiten evaluar la situación de la libertad de prensa en un país, a sus organizaciones colaboradoras (15 asociaciones de defensa de la libertad de expresión, dispersas en los cinco continentes), su red de 130 corresponsales, periodistas, investigadores, juristas o militantes de los derechos humanos. En ella aparecen 169 naciones; las demás están ausentes por falta de información.

 

Africa

Tensiones políticas en el continente africano

La larga crisis que ha atravesado Etiopía (150), a partir de las razzias de noviembre de 2005, comenzó a reabsorberse en la primavera de 2007, con la puesta en libertad de algunos periodistas encarcelados. En julio se franqueó una etapa más con la liberación de la dirección del partido de oposición, al que el gobierno acusaba de pretender derrocarle, y de sus últimos coacusados periodistas. Por eso, Etiopía ha salido de los bajos fondos de la clasificación, a pesar de que todavía tienen un peso considerable el encarcelamiento frecuente de profesionales de los medios de comunicación, la existencia de un clima de autocensura y la opaca situación de los presos políticos, entre los que se encuentran dos periodistas eritreos capturados en Somalia.



También en la República Democrática del Congo (133) ha transcurrido un año en el que han matado a periodistas. El caso de Serge Maheshe, del nombre del periodista de Radio Okapi asesinado en junio de 2007, pone de manifiesto la existencia de un clima de impunidad e injusticia, mantenido por un gobierno que desprecia abiertamente a la prensa, que explica por qué el país permanece bloqueado en la zona roja.



En cuanto a Níger (87), donde podrían condenar a cadena perpetua a Moussa Kaka, el corresponsal de RFI y Reporteros sin Fronteras, su posición en la clasificación de este año no refleja el inmenso paso atrás dado a partir de su detención, el 20 de septiembre. Considerado antes como uno de los países en que existían problemas sensibles (encarcelamientos, censura, amenazas), Níger ha emprendido ahora el camino de esos regímenes autoritarios que ocupan el final de la clasificación.

 

America

Violencia y censura en el continente americano

En el período estudiado para establecer esta clasificación no han matado a ningún periodista en Colombia. Y es toda una noticia. Sin embargo, siguen siendo muy fuertes las presiones de los grupos armados y los paramilitares. Se han constatado casos de violencia contra periodistas en Brasil (84) y Argentina (82), pero el récord en la materia lo ostenta Perú (117), donde han atacado físicamente a cerca de un centenar de periodistas. El número de los amenazados también es muy elevado.



México (136) continúa siendo el país más peligroso del continente para la prensa. Entre septiembre de 2006 y septiembre de 2007 han matado en el país a ocho profesionales de la información. La justicia no consigue sancionar a todos los responsables, y la impunidad continúa siendo ampliamente la regla.



En Venezuela (114) centróp toda la atención la exclusión del canal RCTV de la red hertziana, el 27 de mayo de 2007 a petición de Hugo Chávez. Contestada incluso por partidarios del presidente bolivariano, la medida trasluce un auténtico dominio del poder sobre el espacio audiovisual.

 

Asia

Golpes de Estado perjudiciales para las libertades

En Tailandia (135) y Fidji (107), sendos golpes de Estado destinados a restaurar el orden democrático han tenido como consecuencia una degradación de la situación de los medios de comunicación. En Bangkok los medios siguen siendo relativamente libres, pero lo militares han impedido que los partidarios del antiguo régimen pusieran en marcha un canal de televisión. Han detenido a varios animadores de sitios de Internet, y a bloggers. En Fidji, tras unas pocas semanas de mucha tensión entre el ejército y los periodistas con, entre otras cosas, la expulsión de un reportero extranjero, las presiones se han concentrado en las voces críticas que se manifiestan por Internet.



Pakistán (152) sigue muy mal clasificado. El ejército, con el general Pervez Musharraf al frente, en el poder desde su golpe de Estado de 1999, concentra todos los poderes. Durante la crisis desencadenada por la destitución del presidente del Tribunal Supremo se impidió trabajar a los canales privados, y a varias decenas de reporteros les pegaron y detuvieron.



Mejoras inesperadas

Camboya (85) gana algunos puestos gracias a la decisión del gobierno de despenalizar los delitos de difamación. No se ha encarcelado a ningún periodista. En cambio, algunos periodistas khmers han recibido amenazas de muerte, particularmente cuando investigaban casos de corrupción.



En Filipinas (128) se han producido menos asesinatos que en años anteriores. Y las personas cercanas a la presidenta Gloria Arroyo han presentado menos denuncias por difamación.

 

Europa

Bulgaria y Polonia, malos alumnos de Europa

Todos los países miembros de la Unión Europea, con excepción de Bulgaria (51) y Polonia (56), figuran entre los cincuenta primeros. En Sofía, lo periodistas pueden recibir una paliza por su trabajo. El clima se ha ensombrecido aun más a partir del momento en que se dejaron sin efecto las diligencias abiertas a unos policías que, en el pasado mayo, agredieron a unos periodistas. Por su parte, las autoridades polacas se niegan a despenalizar los delitos de prensa, y la justicia condena con frecuencia a periodistas a penas de cárcel, con el cumplimiento en suspenso. Desde la llegada al poder de Lech Kaczynski en octubre de 2005, y pocos meses más tarde de su hermano Jaroslaw, se ha intensificado la persecución de la prensa polaca.



Los países del Norte de Europa continúan siendo los que mejor se comportan. A pesar de ello hay que dar un toque de atención a Holanda (12), que ha retrocedido doce puestos como consecuencia de los dos días de arresto de dos periodistas del Telegraaf, que se negaron a revelar sus fuentes a la justicia. En cambio, Dinamarca (8) recupera su lugar en el pelotón de cabeza tras el final de la crisis relacionada con la publicación de las caricaturas de Mahoma, y la absolución de los periodistas del Berlingske Tidende.



En España (33), ETA rompió la tregua acabando con las esperanzas de la profesión de poder trabajar finalmente con total libertad. Muchos periodistas siguen obligados a trabajar con alta protección policial.



Turquía (101) es el único país de la zona en el que hay lamentar el asesinato de un periodista. El de Hrant Dink, perpetrado en enero de 2007 por unos militantes ultranacionalistas. Era director del periódico de la minoría armenia, Agos.



En Asia central se apuesta por el inmovilismo. No hay ninguna mejora que reseñar ni en Uzbekistán (160), ni en Turkmenistán(167).

 

Oriente Medio

Inmovilismo en Irán, violencia en Irak

En Irán (166) los periodistas tienen que enfrentarse a la muy agresiva actitud de las autoridades que no permiten la expresión de ninguna crítica, ni de ninguna reivindicación política o social. Como todos los años, este país es el que encarcela a mayor número de periodistas en Oriente Medio. Actualmente hay allí ocho detenidos. Varios de ellos han tenido que responder de cargos infundados, aunque muy graves, que pueden llevarles a la cárcel por denunciar la lapidación o la corrupción, o por trabajar para un medio de comunicación extranjero.



En Irak (157) los periodistas temen ante todo a los grupos armados, que los toman como blancos sin que las autoridades encuentren una forma de terminar con esa macabra letanía. Desde el comienzo del conflicto en marzo de 2003 han asesinado a más de 200 profesionales de los medios de comunicación.



Decepción en el Maghreb

El balance de los países del Norte de Africa es muy mitigado, con remontadas poco significativas en Argelia (123) y Túnez (145) e inquietantes caídas: las de Marruecos (106) y Egipto (146), por culpa de las numerosas causas judiciales abiertas a la prensa independiente. Las investigaciones publicadas sobre abusos policiales, el recurso a la tortura en los interrogatorios y también la falta de independencia de la justicia han irritado a las autoridades egipcias que atenazan a los periodistas independientes quienes, a pesar de todas las presiones recibidas, han demostrado abiertamente su falta de entusiasmo acerca de la eventual sucesión de Gamal Mubarak, hijo del actual presidente.



Los periodistas marroquíes, aunque más favorecidos que sus colegas egipcios, a lo largo del año han sufrido repetidos ataques para los que no estaban preparados. Embargos y suspensiones de periódicos, citaciones, encarcelamientos y condenas severas van a dejar huella en una profesión que a partir de ahora ya no se fía de las promesas de reformas del poder.



Calma para los periodistas del Golfo

En algunos países del Golfo se han registrado avances: Kuwait (63), Emiratos Arabes Unidos (65) y Qatar (79). Las autoridades han dado muestras de mayor apertura y, en algunos casos, han puesto en marcha iniciativas para modificar el marco jurídico, en un sentido más liberal. Sin embargo, la autocensura sigue estando omnipresente en la prensa de esos países.



Por primera vez Arabia Saudí (148) desaparece de entre los veinte últimos de la clasificación. Los periodistas sauditas han conocido una cierta calma a lo largo del año transcurrido. Pero, el control que ejerce el comité de vigilancia de los medios de comunicación, perteneciente al Ministerio de Información, impide que el reino wahabita figure en una posición más alta en la clasificación.