Clasificación 2024
154/ 180
Puntuación: 33,67
Indicador político
135
33.91
Indicador económico
166
28.33
Indicador legislativo
144
40.00
Indicador social
159
31.43
Indicador de seguridad
154
34.67
Clasificación 2023
168/ 180
Puntuación: 32,78
Indicador político
158
37.50
Indicador económico
166
30.39
Indicador legislativo
147
40.57
Indicador social
161
34.09
Indicador de seguridad
178
21.37

El conflicto armado en Yemen, que arrancó en 2014, sigue devastando el país, con consecuencias muy graves para la libertad de prensa.

Panorama mediático

Los medios yemeníes están polarizados por los distintos actores del conflicto y no tienen más opción que alinearse con el poder instaurado, en función de la zona de control en la que se encuentren, so pena de sanciones. La agencia Saba depende del gobierno oficial, el diario Al-Masdar es próximo al partido Islah, mientras que Al-Masirah es la principal cadena de los hutíes. En Internet, el acceso a los medios está bloqueado desde que los hutíes tomaron las riendas del Ministerio de Telecomunicaciones.

Contexto político

Ofrecer información independiente en Yemen es difícil, ya que la prensa está controlada por los agentes del conflicto y son contados los periodistas extranjeros que acceden al terreno. Cualquiera que sea la zona en la que se encuentren, los reporteros están bajo vigilancia y pueden ser detenidos por una simple publicación en redes sociales. Para no ser represaliados, algunos deciden cambiar radicalmente de oficio, lo que no les priva de ser perseguidos por lo que escribieron previamente.

Marco legal

Es difícil hablar de legislación en un país en conflicto. El marco jurídico en el que trabajan los periodistas es muy complejo. Las leyes están desfasadas respecto a la realidad del terreno y los periodistas están sometidos a la aprobación de las autoridades, en función de la lealtad que tengan con ellas.

Contexto económico

Empresarios y políticos aprovechan el deterioro de la situación económica y de las condiciones de vida para comprar cabeceras de medios y a periodistas, que solo pueden trabajar libremente si disponen de otra fuente de ingresos. Solo se concede financiación a los medios leales a las autoridades, a los empresarios y a los líderes religiosos o políticos.

Contexto sociocultural

La religión, omnipresente en el país, impide a los periodistas abordar determinados temas considerados como problemas sociales, por el riesgo de ser acusados por líderes religiosos de ser “laicos”, “infieles” y “ateos”.

Seguridad

Los periodistas son objeto de secuestros por parte de los hutíes, de Al Qaeda o del gobierno oficial. También son víctimas de violencia y ataques por parte de las milicias, que los transforman en blancos de atentados, asesinatos y amenazas de muerte. Cuando son detenidos, pueden ser víctimas de torturas y malos tratos. Cuatro periodistas acusados de espionaje para Arabia Saudí y condenados a muerte por los hutíes fueron liberados en 2023 tras un acuerdo entre Arabia Saudí e Irán, que condujo a una tregua entre sus respectivos aliados en Yemen: el gobierno de Adén y los rebeldes hutíes.