En Uganda, los periodistas se enfrentan, casi a diario, a intimidaciones y violencia. Los servicios de seguridad, principales responsables de las agresiones contra los profesionales de los medios en el país, los atacan regularmente.
Panorama mediático
Uganda cuenta con 301 emisoras de radio, más de 30 canales de televisión, dos diarios y un semanal. Aunque la mayoría de los medios son de titularidad privada, el gobierno ejerce un férreo control sobre muchos de ellos, que son propiedad de políticos, empresas o pastores religiosos afines al gobierno. Las principales empresas privadas de medios son Nation Media Uganda, propietaria del canal de televisión NTV Uganda y del diario Daily Monitor, entre otros, y Next Media Services, propietaria del canal de televisión NBS TV y de la emisora Next Radio, entre otros. La empresa estatal de radiotelevisión es UBC TV. Las plataformas de televisión de pago también están muy extendidas en el país.
Contexto político
La situación política tiene un gran impacto en el ejercicio del periodismo en Uganda. Los profesionales de los medios que fiscalizan al gobierno son “invitados a marcharse” sin el debido proceso legal, u obligados a autocensurarse o a publicar artículos favorables a las autoridades. Los medios de comunicación son blanco habitual de los discursos de odio del presidente Yoweri Museveni - así como de sus allegados -, que no tolera las críticas. A título de ejemplo, en 2023 el político afirmó haber enviado gente a "vigilar" el Daily Monitor, el principal diario del país, al que ya había amenazado con llevar a la quiebra en 2021. La situación ha empeorado con la aparición, como actor político y militar, de su hijo, que no duda en amenazar a los periodistas que considera críticos. El órgano regulador de los medios de comunicación está directamente controlado por el gobierno.
Marco legal
A pesar de estar garantizada en la Constitución, la libertad de prensa se ve obstaculizada por numerosas leyes, como las que atañen a las actividades digitales fraudulentas, el antiterrorismo o el orden público. En 2021, el Tribunal Constitucional rechazó el recurso de las asociaciones de periodistas contra disposiciones liberticidas de la ley sobre los medios. El país dispone de una ley de acceso a la información, pero los periodistas se topan con numerosas trabas en cuanto solicitan una información de interés público. En octubre de 2022, el presidente firmó un proyecto de ley por el que se modificaba la ley de uso indebido de la informática, que tipifica como delito, entre otros, la publicación de "información falsa", pero el Tribunal Constitucional derogó esta disposición a principios de 2023.
Contexto económico
Los periodistas forman parte del colectivo de profesionales peor pagados del país. Los contratos de trabajo son escasos, y son pocos los que ganan más de 200 dólares (aproximadamente 180 euros) al mes. Esta precariedad hace que sean vulnerables frente a la corrupción.
Contexto sociocultural
Varios medios pertenecen a grupos religiosos, y algunos de ellos están ligados a los intereses del régimen, como el movimiento pentecostal, muy influyente en el país, del que forman parte la mujer y la hija del presidente.
Seguridad
Raptos, violencia, secuestros, detenciones, confiscación de material… Muchos periodistas están amenazados, sobre todo los que critican al gobierno y la situación de los derechos humanos en el país. La reelección de Yoweri Museveni para su sexto mandato en 2021, tuvo lugar después de una campaña especialmente represiva, con más de cuarenta ataques contra medios y periodistas. Las autoridades hicieron uso de la violencia, la censura - cortando el acceso a Internet - , y la desinformación, al acusar a ciertos periodistas de ser agentes de la CIA. La persecución contra los profesionales de la información se ha intensificado desde la creación, en junio de 2017, de una brigada de agentes de seguridad e informáticos encargados, entre otras cosas, de vigilar los perfiles de los periodistas en las redes sociales. En marzo de 2022, las fuerzas del orden asaltaron las oficinas de una cadena de televisión crítica con el poder, confiscaron sus equipos y detuvieron a nueve periodistas. Por último, los periodistas son blanco habitual de ataques selectivos durante manifestaciones o actos políticos.