La libertad de prensa es sólida en Portugal. Los periodistas pueden informar sin restricciones, aunque se enfrentan a desafíos económicos, jurídicos y en materia de seguridad.
Panorama mediático
Formado por diez millones de habitantes, el mercado portugués está dominado por cinco grandes grupos de comunicación privados y públicos (Impresa, Cofina, Media Capital, Global Media y RTP), que poseen cuatro diarios nacionales y cuatro cadenas informativas de televisión de ámbito nacional. Además, existen otros proyectos periodísticos sin ánimo de lucro, pero su audiencia sigue siendo débil. Un 25% de los municipios del país carece de medios de información local.
Contexto político
En general, el gobierno y los partidos políticos respetan el trabajo de los periodistas, aunque éstos sufren, en ocasiones, amenazas o agresiones –físicas o verbales– por parte de miembros y simpatizantes del partido de extrema derecha Chega. Tras amenazar a los periodistas durante las elecciones presidenciales de 2021, la formación cuestionó el tratamiento dado por los medios a la labor parlamentaria.
Marco legal
La legislación portuguesa no ha sufrido ningún cambio reciente y sigue garantizando legal y constitucionalmente una libertad de prensa sólida. Sin embargo, los medios no se libran de las presiones judiciales. En 2023, los periodistas que habían sido vigilados en 2018 en el marco de una investigación sobre la violación de un secreto de sumario fueron declarados culpables. Unos meses antes, el informante Rui Pinto, principal fuente de las investigaciones periodísticas de “Football Leaks” y “Luanda Leaks”, fue condenado a cuatro años de prisión con suspensión de la pena.
Contexto económico
El aumento de las suscripciones digitales a los periódicos no ha bastado para compensar las pérdidas financieras causadas por la considerable caída de las ventas de las versiones impresas. Los salarios de los periodistas, de por sí bajos, no han sido actualizados respecto a la inflación durante los últimos años. La preocupación reinante en la profesión se ha visto agravada por la adquisición, a finales de 2023, de Global Media Group, propietario de dos diarios nacionales históricos y de la única emisora de radio informativa del país, por parte de un misterioso fondo de Bahamas. Un tercio del personal fue despedido tras esta operación.
Contexto sociocultural
En este país, donde el trabajo de los periodistas se respeta por lo general, los medios gozan de uno de los niveles de confianza más altos de Europa. Sin embargo, la desconfianza va ganando terreno entre las generaciones más jóvenes.
Seguridad
Varios periodistas han sido agredidos verbal y físicamente en el ejercicio de su trabajo. Además de los incidentes registrados con el partido de extrema derecha Chega, algunos reporteros han sido agredidos durante partidos de fútbol.