Palestina se ha convertido en el país más peligroso del mundo para los profesionales de los medios, con más de 100 reporteros asesinados en seis meses en Gaza por el ejército israelí desde el 7 de octubre de 2023, al menos 22 de ellos en el ejercicio de sus funciones. En Cisjordania, los periodistas ya eran víctimas de atropellos por partida doble, tanto por parte de la Autoridad Palestina como de las fuerzas de ocupación israelíes, pero desde el 7 de octubre la presión israelí se ha intensificado, con un aumento de las detenciones y de las trabas al ejercicio del periodismo.
Panorama mediático
La cobertura mediática de la guerra en Gaza se está llevando a cabo desde el enclave asediado y totalmente bloqueado por parte de periodistas profesionales y no profesionales, que utilizan sus cuentas en las redes sociales para informar al mundo sobre el día a día en tiempo de guerra y que también trabajan para medios locales e internacionales. El panorama mediático en Palestina está formado por varios medios independientes, como Watan TV o Ajyal Radio y medios afines a la Autoridad Palestina o a Fatah, como Palestine TV y la agencia de noticias Wafa. El contenido está sujeto al control político. En la Franja de Gaza también hay cabeceras afiliadas a Hamás, como la agencia de noticias Shehab y el grupo Al-Aqsa Media Network.
Contexto político
La franja de Gaza siempre ha sido un territorio especialmente peligroso para la libertad de prensa. Sospechosos de colaborar con Israel, los periodistas sufren a la vez obstáculos en su labor por parte de Hamás y de la Yihad Islámica, y la violencia del bloqueo israelí sobre el territorio. Desde el 7 de octubre de 2023, este bloqueo se ha recrudecido, al igual que la violencia, y los periodistas que habían resistido la presión de Hamás en Gaza se enfrentan a la propaganda israelí, que les acusa de trabajar para el grupo armado. A menudo son objeto de campañas de denigración y amenazas. Varios políticos israelíes han hecho llamamientos para que se castigue a los periodistas de Gaza.
Marco legal
La ley fundamental de la Autoridad Palestina contempla la libertad de los medios y la de opinión, pero, en la práctica, ésta choca con los intereses reales del gobierno. La ley sobre ciberdelincuencia, adoptada por el presidente Mahmud Abbas en julio de 2017, limita la libertad de expresión, tanto como la de información. En Gaza, el Consejo Legislativo ha dejado de elaborar nuevas leyes desde 2007.
Contexto económico
La situación económica en la franja de Gaza incide de manera importante sobre los medios independientes o parcialmente independientes. La mayoría de ellos son financieramente inestables. Desde el 7 de octubre, los ataques aéreos israelíes han destruido prácticamente toda la infraestructura de telecomunicaciones y medios de comunicación del enclave. Con más del 80% de la población de Gaza desplazada y viviendo en tiendas de campaña -incluidos cientos de periodistas- y prácticamente sin ayuda humanitaria autorizada, la situación económica se ha deteriorado gravemente.
Contexto sociocultural
El peso de la religión, y especialmente de ciertos movimientos conservadores, se deja sentir en el trabajo de los periodistas. Las mujeres periodistas, víctimas de discriminaciones de género, pueden ver obstaculizado el ejercicio de su profesión. Por ejemplo, se les niega con más frecuencia que a los hombres el acceso a determinadas zonas. Sin embargo, estas dificultades cotidianas han pasado a un segundo plano desde el comienzo de la guerra, en la que los periodistas de Gaza se han encontrado luchando por su supervivencia. Los reporteros y reporteras de la Franja se han convertido en los ojos y oídos del mundo, ya que el bloqueo israelí impide a los periodistas internacionales entrar en el territorio.
Seguridad
Antes del 7 de octubre de 2023, ya era difícil trabajar como periodista en Palestina: detenciones, violencia, destrucción de material, procesos judiciales, denegación de acreditaciones... Pero con más de 100 reporteros asesinados por el ejército israelí en Gaza –entre ellos, al menos 22 en el ejercicio de sus funciones–, durante los seis primeros meses de la guerra, y decenas más detenidos en cárceles israelíes, Palestina se ha convertido en 2024 en el país más peligroso del mundo para los periodistas. Atrapados en el enclave, los reporteros de Gaza no tienen dónde refugiarse y carecen de todo, incluso de alimentos y agua. En Cisjordania, los periodistas son acosados y agredidos habitualmente por los colonos y las fuerzas israelíes, pero la represión alcanzó nuevas cotas con una oleada de detenciones después del 7 de octubre. La impunidad de los crímenes contra los periodistas es la norma.