Nigeria forma parte de los países más peligrosos y difíciles para los periodistas en África Occidental. Éstos son regularmente vigilados, agredidos y detenidos arbitrariamente, como sucedió durante el periodo electoral de 2023.
Panorama mediático
Siendo el país más poblado del continente africano, Nigeria dispone de un panorama mediático abundante y plural. A pesar de que la prensa escrita está en claro retroceso en los últimos años, existen todavía unas cien publicaciones: The Punch, The Nation, Vanguard, Guardian y The Premium Times son las más conocidas. La mayoría de los 36 estados del país dispone igualmente de un diario público, controlado directamente por las autoridades locales. Existen varios centenares de emisoras de radio y cadenas de televisión. La gran popularidad de las redes sociales ha contribuido a diversificar el panorama mediático, pero también a generar desinformación.
Contexto político
La injerencia de las autoridades en el campo de la información es importante. Puede ir desde la presión, incluso la represión, contra los periodistas y los medios críticos, a la censura. Esta injerencia es aún mayor durante las campañas electorales. El trato imparcial de las cuestiones políticas también puede resultar difícil en función del propietario del medio. En la mayoría de los casos, las autoridades políticas intervienen en el nombramiento y despido de los directivos de los medios, ya sean públicos o privados. Las autoridades también toman decisiones arbitrarias, como la destrucción, en septiembre de 2023, de dos mástiles de transmisión de medios privados en el sureste del país. En mayo de 2023, el Tribunal Superior Federal anuló la decisión de la National Broadcasting Commission (NBC), el organismo regulador de la radiodifusión, de suspender cerca de cincuenta emisoras de radio por impago de los derechos de licencia.
Marco legal
La Constitución protege la libertad de expresión y de opinión, pero existen numerosas leyes con disposiciones que permiten cercenar el ejercicio del periodismo, como las que tratan la cibercriminalidad, el antiterrorismo, los secretos de Estado, e incluso el Código Penal, que sigue considerando la difamación como un crimen. En los últimos años, se han propuesto varios proyectos de ley muy peligrosos sobre la regulación de las redes sociales, que han provocado protestas unánimes. El acceso a la información de interés público sigue siendo una ardua tarea.
Contexto económico
Aunque los medios son muy numerosos, pocos operan en condiciones adecuadas. Los largos atrasos salariales de los periodistas les hacen vulnerables a la corrupción y a la publicación de informaciones a cambio de dinero. Al igual que los responsables políticos, los empresarios y las compañías que proveen ingresos publicitarios pueden influir en el contenido editorial.
Contexto sociocultural
Resulta muy difícil abordar temas políticos ligados al terrorismo, las malversaciones de fondos de personas poderosas y los conflictos entre comunidades. Esto último quedó de manifiesto en 2020, tras las amenazas a un periodista de investigación cuyas fuentes fueron asesinadas o murieron en condiciones sospechosas, después de que investigara las masacres en el estado de Kaduna. Algunos medios han sido atacados por motivos religiosos, de género o étnicos.
Seguridad
En los últimos años, la mayoría de agresiones violentas, detenciones arbitrarias y muertes por arma de fuego de periodistas en África Occidental se han producido en Nigeria. Los periodos electorales siguen siendo una época especialmente violenta contra los profesionales de los medios. Una veintena de periodistas y medios fueron atacados durante las elecciones generales de febrero y marzo de 2023. Los crímenes contra periodistas quedan siempre impunes -incluso cuando se conoce o detiene a los autores- y apenas existen mecanismos de protección por parte de las autoridades. Además, los periodistas están estrechamente vigilados por las autoridades, que no dudan en amenazarlos.