Jordania es conocida por su estabilidad política, que contrasta con sus países vecinos. No obstante, el reino sigue restringiendo la libertad de prensa, y los periodistas se autocensuran y respetan las líneas rojas tácitas sobre los temas que se pueden abordar.
Panorama mediático
La prensa sigue siendo poco independiente en Jordania. Existen numerosas cadenas de televisión públicas, como Al-Mamlaka, mientras que la cadena privada Roya TV cosecha mucha audiencia. También hay varias emisoras de radio públicas, privadas o comunitarias, así como webs de información independientes como 7iber y Aramram.
Contexto político
Las autoridades controlan a los medios designando a sus directores, especialmente en el caso de Jordan TV, Petra News Agency y los diarios Al-Dustour y Al-Rai, además de tener su control financiero. Ciertos medios están en manos del ejército o de ayuntamientos, lo que les permite obtener ciertos privilegios, especialmente para cubrir determinadas partes del país. Los fiscales impiden regularmente a los medios cubrir temas de interés público, como la corrupción y la delincuencia.
Marco legal
Desde la revisión de la ley de prensa, en 2012, las autoridades han fortalecido su control, especialmente sobre Internet. Cientos de sitios han sido bloqueados. En agosto de 2023, el rey aprobó un proyecto de ley sobre ciberdelincuencia que permite ejercer un control más estricto sobre los medios en línea. Esta ley, que tipifica como delito el uso de Internet para difundir "noticias falsas", cometer actos de "difamación" o "dañar la reputación" y la "unidad nacional", fomenta la autocensura. Los periodistas son muchas veces objeto de persecuciones judiciales, incluso de condenas, en virtud de una ley antiterrorista extremadamente vaga.
Contexto económico
Las autoridades pueden perseguir judicialmente a los periodistas y obligarles a pagar multas cuantiosas. La Comisión Audiovisual impone también gastos desorbitados para la obtención de licencias. Ante la falta de recursos financieros, especialmente para los medios no controlados por las autoridades, la prensa privada sufre para sobrevivir. En consecuencia, algunos medios eligen no ser críticos con las empresas y personalidades públicas para obtener financiación.
Contexto sociocultural
La población jordana está compuesta de varias comunidades, como los palestinos, los cristianos, los drusos, los circacienses y los armenios, pero este pluralismo está infrarrepresentado en los medios. Ciertos temas, especialmente los ligados a las mujeres, son cada vez más difíciles de abordar para los periodistas.
Seguridad
Los periodistas están sometidos a una vigilancia estrecha por parte de los servicios de inteligencia y deben afiliarse a la Asociación de la Prensa Jordana, controlada a su vez por el Estado. Las citaciones judiciales son frecuentes y contribuyen a ejercer presión sobre los profesionales de la información, siendo éstos liberados a condición de mantener silencio sobre sus investigaciones acerca de temas sensibles.