Entre terrorismo, inestabilidad política y manifestaciones, los periodistas hacen frente a amenazas de todo tipo y deben lidiar, además, con la debilidad de un Estado que fracasa en su obligación de protegerlos.
Panorama mediático
Los medios en Irak están estrechamente vinculados a partidos políticos que controlan su línea editorial. Es el caso de la cadena Al-Forat, ligada al Consejo Supremo Islámico iraquí (partido chií). Las comunidades religiosas también tienen sus propios medios, como Ishtar TV, dirigida a los cristianos. Los kurdos están especialmente organizados en este ámbito y los partidos de la oposición tienen voz a través de cadenas como NRT TV, vinculada al movimiento “Nueva Generación”.
Contexto político
La influencia política en los medios imposibilita una información independiente y genera una fuerte polarización, mientras la profesión sufre por defender sus derechos. La mayoría de los periodistas están sometidos a amenazas contínuas desde 2019 y numerosos medios han sido atacados y saqueados por las manifestaciones anti-corrupción y su cobertura, que algunas corrientes políticas consideran hostil. En el Kurdistán, los periodistas críticos son acusados de espionaje y encarcelados.
Marco legal
Aunque la Constitución garantiza teóricamente la libertad de prensa, las leyes en vigor contradicen algunos de sus artículos. Las personalidades públicas denuncian, a menudo, por difamación a los periodistas que investigan sobre ellas. El proyecto de ley sobre ciberdelincuencia, actualizado periódicamente, prevé penas de prisión (hasta cadena perpetua) para publicaciones en línea que atenten contra “la independencia, unidad e integridad del país o sus intereses económicos, políticos, militares o de seguridad”.
Contexto económico
La financiación de los medios es desigual y está estrechamente vinculada a la afiliación política. Cuanto mayores sean los recursos del partido político, más tenderá el medio en cuestión a la hegemonía. Muchos medios han renunciado a su independencia por falta de fondos o simplemente han cesado su actividad. Gracias a las redes sociales, los medios independientes han encontrado a su público, pero tienen problemas para sobrevivir.
Contexto sociocultural
Algunas instituciones o figuras religiosas siguen siendo intocables. No es extraño que los medios sean sancionados o clausurados por investigaciones sobre asuntos de corrupción que implican a altos cargos y que se les acuse, por ello, de violar la normativa de los medios o de “atentar contra símbolos del Estado”.
Seguridad
Durante los últimos años, numerosos periodistas han sido asesinados por grupos armados, tanto por organizaciones yihadistas, como por milicias. Los asesinatos rara vez son investigados y los culpables quedan impunes. Los secuestros y amenazas de muerte también están a la orden del día para aterrorizar a los periodistas y reducirlos al silencio. Aunque estas intimidaciones solían afectar a periodistas influyentes y destacados, ahora también lo hacen a profesionales de la información poco conocidos.