Tras 22 años de poder y abusos bajo el régimen de Yahya Jammeh, Gambia ha hecho considerables progresos en materia de libertad de prensa. Desde 2018, el delito de difamación ha sido declarado anticonstitucional, los ataques contra los periodistas han disminuido y nuevos medios han visto la luz.
Panorama mediático
Desde la llegada al poder del presidente Adama Barrow, en enero de 2017, la radiotelevisión pública ha perdido su monopolio, y se han creado varias cadenas de televisión y radios privadas y comunitarias. Gambia cuenta con 45 emisoras de radio, de las que una pertenece al Estado; cinco cadenas de televisión, de las que cuatro son privadas; cuatro diarios, siendo The Point el más importante, así como un periódico publicado tres veces por semana, el Gambia Daily.
Contexto político
La mayoría de los gambianos considera que la prensa es libre y trabaja sin injerencias gubernamentales. Los medios están libres de censura y reflejan fielmente la pluralidad de opiniones de la sociedad. Sin embargo, el Estado puede ejercer presiones sobre algunos. A principios de 2020, dos emisoras de radio privadas, King FM y Home Digital FM, fueron suspendidas durante un mes y se detuvo a sus directores durante cuatro días por “incitación al odio”, después de cubrir manifestaciones convocadas por la oposición. El gobierno no ataca especialmente a los medios, pero tampoco hay voluntad política de proteger a los periodistas aprobando leyes que salvaguarden sus intereses.
Marco legal
En 2021, se aprobó la Ley de Acceso a la Información, un momento histórico en el país, porque se reconoció por primera vez el acceso a la información como un derecho humano. Sin embargo, aún no se ha implementado. Igualmente, al no haberse aprobado la nueva Constitución, las garantías previstas en este ámbito no han entrado en vigor. En 2018, el Tribunal Supremo dictaminó que las sanciones penales por difamación eran inconstitucionales, al igual que la penalización del uso de Internet para criticar o difundir noticias falsas sobre funcionarios públicos. Un avance notable que hay que matizar, pues siguen en vigor las leyes draconianas sobre los medios aprobadas bajo el régimen de Yahya Jammeh, que prevén penas privativas de libertad para los periodistas. Pese a gozar de libertad de expresión, los grandes medios, conscientes de esta presión legislativa, se autocensuran en algunos casos.
Contexto económico
En Gambia, los medios se enfrentan a importantes dificultades financieras por la falta de subvenciones, los elevados impuestos y el alto coste del material de impresión, cuyo precio no para de aumentar. Por otro lado, la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 ha llevado a un recorte de los ingresos publicitarios. Frente a esta situación, en julio de 2020, y por primera vez desde la independencia en 1965, el gobierno aprobó una ayuda excepcional a la prensa de cerca de 270.000 euros.
Seguridad
Mientras que los arrestos y detenciones arbitrarias, incluso las desapariciones forzosas, eran habituales bajo el régimen de Yahya Jammeh, el número de amenazas y ataques contra los periodistas ha disminuído significativamente. No obstante, los profesionales de la información pueden ser amenazados fácilmente con la interposición de demandas judiciales, y el comportamiento a menudo brutal de las fuerzas de seguridad hacia ellos no ha desaparecido. En diciembre de 2021, el informe de la Comisión para la Verdad, la Justicia y la Reconciliación recomendó la apertura de una investigación para enjuiciar, entre otros, a los participantes en el incendio de Radio 1 FM, en el asesinato del periodista y antiguo corresponsal de RSF Deyda Hydara en 2004, y en los ataques contra el diario The Independent. En noviembre de 2023, en una sentencia histórica, uno de los responsables del asesinato de Deyda Hydara fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua por la justicia alemana.