En Austria, la libertad de prensa se ha visto debilitada por distintas presiones políticas y por restricciones del acceso a la información. Durante algunos acontecimientos públicos, la violencia contra la prensa ha impedido a los periodistas informar libremente.
Panorama mediático
Dominado por una docena de grandes medios, el mercado mediático es muy reducido y está muy concentrado. El más veterano de los periódicos, el Wiener Zeitung, cerró en 2023: una desaparición que debilita aún más un pluralismo ya de por sí limitado. La prensa sensacionalista es la que tiene mayor audiencia y, por consiguiente, recibe la mayor parte de los fondos públicos.
Contexto político
Las tentativas de influir en los medios privados y públicos son constantes en Austria. Hay sospechas de que algunos políticos han intentado utilizar fondos públicos para comprar los favores de algún tabloide, mientras que otros han intentado intervenir presentándose directamente en las redacciones, como el ex canciller Sebastian Kurz. Éste se vio obligado a dimitir en 2021 por las sospechas de haber sobornado a un medio privado para que informara a su favor. En ocasiones, los periodistas son blanco de ataques políticos procedentes de los extremos ideológicos.
Marco legal
Aunque se están debatiendo varios proyectos de ley, Austria es el último Estado miembro de la UE que aún no dispone de un texto sobre la libertad de información. Además, la profesión está preocupada por los intentos de determinados partidos políticos de restringir el acceso a la información judicial. En ocasiones, los periodistas que cubren manifestaciones son sancionados arbitrariamente, mientras que otros son objeto de “procedimientos mordaza”.
Contexto económico
Los medios de calidad atraviesan dificultades financieras hasta el punto de que algunos de sus responsables han llamado a la adopción urgente de una nueva ley de ayudas a la prensa. Este nuevo texto podría permitir la asignación de fondos públicos en función de la calidad del contenido mediático y no de la tirada, como sucede en la actualidad. Los tabloides son precisamente quienes se benefician de los mayores ingresos publicitarios por su elevada tirada.
Contexto sociocultural
Los periodistas están sometidos a la presión de diversos grupos de interés y movimientos sociales y corren el riesgo de autocensurarse por ataques en Internet a causa de su género, clase, etnia o religión. Tras la pandemia del Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania se ha convertido en el tema que polariza a la sociedad y contribuye a poner en tela de juicio el periodismo.
Seguridad
La cobertura de las manifestaciones por parte de los reporteros se ve muy entorpecida por las amenazas policiales de emprender acciones legales y el acoso mediante reiterados controles de identidad. Las mujeres periodistas son especialmente vulnerables a este tipo de atropellos. Las cartas con amenazas enviadas a las redacciones también están a la orden del día.