Desde el comienzo de los enfrentamientos, el 8 de agosto de 2008, han matado a tres periodistas: Giga Chikhladze, corresponsal de Russian Newsweek y director de Alania TV, Alexander Klimchuk, director de la agencia Caucasus Press Images y corresponsal de Itar-Tass, y Stan Storimans, camarógrafo del canal holandés RTL-4.
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En contra de las informaciones publicadas anteriormente, no está confirmada la muerte de un periodista georgiano y su chofer, en los bombardeos del 12 de agosto de 2008 en Gori . Desde el comienzo de los enfrentamientos, el 8 de agosto de 2008, han matado a tres periodistas: Giga Chikhladze, corresponsal de Russian Newsweek y director de Alania TV, Alexander Klimchuk, director de la agencia Caucasus Press Images y corresponsal de Itar-Tass, y Stan Storimans, camarógrafo del canal holandés RTL-4.
Los restos de Giga Chikhladze y Alexander Klimchuk pudieron trasladarse a Tiflis en el transcurso del fin de semana del 16 de agosto de 2008. Reporteros sin Fronteras ha contribuído a los gastos relacionados con el traslado de los cuerpos y ha entregado una ayuda económica a las enlutadas familias.
Por otra parte, cuatro periodistas turcos -Hilmi Hacaloglu, Cumhur Catkaya, Güray Ervin y Levent Öztürk-, que trabajan en las televisions NTV y Kanal Türk, fueron alcanzados por disparos atribuidos a milicianos osetos, el 11 de agosto, cuando intentaban llegar en coche a la ciudad de Tskhinvali.
El canal de información continua NTV ha emitido las imagines grabadas por los periodistas, cuando se recluyeron en su 4x4 alcanzados por las balas de los milicianos osetos, que dejaron de disparar cuando los periodistas consiguieron identificarse, enarbolando un jersey a través de las ventanillas del coche.
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Los cuatro periodistas regresaron a Estambul en la noche del 13 de agosto.
El camarógrafo Levent Öztürk, alcanzado en el ojo izquierdo, y el reportaro Güray Ervin, que conducía el vehículo, se encuentran internados en el hospital alemán de Estambul, donde ha podido visitarles el corresponsal de Reporteros sin Fronteras.
Levent Öztürk ha salido de la unidad de cuidados intensivos y tiene que pasar todavía otros reconocimientos medicos. Es casi seguro que no recuperará el ojo herido. “Cuando me alcanzaron, se me oscureció la vista y supe que me había ocurrido algo. Después, quizá a los pocos minutos, recuperé el contacto con mis compañeros. Mantuvimos la sangre fría, pero disparaban sin parar. Hemos sobrevivido de milagro”, ha declarado Levent Öztürk.
Güray Ervin, alcanzado por una bala que le rozó el hombro, mejora. El camarógrafo Cumhur Catkaya consiguió escapar a los disparos; en cambio, su cámara recibió tres impactos. “Quizá fue lo que me salvo la vida”, manifesto a su llegada al aeropuerto de Estambul.
El 15 de agosto de 2008, Tamara Urushadze, corresponsal del canal público de television Georgian Public Broadcasting (GPB), resultó ligeramente herida en el brazo por el disparo de un sniper, cuando estaba haciendo un reportaje.
El 12 de agosto, Tzadok Yehezkeli, corresponsal del diario israelí Yedioth Ahronoth, resultó herido en los bombardeos rusos de la ciudad de Gori. Tiene varias fracturas en la pierna y por la noche le operaron en el hospital Ghudushauri de Tiflis. Su vida no corre peligro.
El 14 de agosto, los soldados rusos atacaron también a un equipo de periodistas israelíes en la ciudad de Gori. Tzur Sheizaf, corresponsal del sitio informativo digital Ynetnews (version electronica del diario Yedioth Ahronoth), se encontraba sacando fotografías en las cercanía de un control del ejército ruso en la entrada de Gori cuando fue detenido por un soldado que disparó al aire, sembrando el pánico entre los civiles. El soldado le pidió las llaves del coche en que se encontraban tres colegas. Tzur Sheizaf intentó subir al coche pero el soldado le empujó, efectuando varios disparos al suelo, delante de él.
El soldado ruso ordenó a los tres periodistas que abandonaran el vehículo, del que se apoderó para marcharse del lugar. Tras una media hora de espera, los cuatro periodistas pudieron recuperar su coche, efectos personales y pasaportes. “Por suerte, el robo se llevó a cabo ante los ojos de un comandante del ejército ruso, que no cuestionó ese comportamiento”, ha declarado Tzur Sheizaf.
También varios medios de comunicación han sido víctimas de pillajes. El 13 de agosto, la radio Atinati dejó de emitir cuando el ejército ruso destruyó su antenna en los altos de Urta, cerca de la ciudad de Zugdidi. Gia Khasia, director de Atinati, ha confirmado que los soldados rusos se llevaron todo el equipo de transmision de la emisora. La radio Atinati emite muchos programas en ruso y georgiano, incluso en Abkazia. Ha reanudado su programación con un material improvisado que sin embargo no le permite cubrir las zonas habituales.
Las tropas rusas desvalijaron también la television Ergisi, en la ciudad de Senaki, a treinta kilometros de Zugdidi, robando varias cámaras de video y material informático. Ergisi no ha podido reanudar sus emisiones.
Finalmente el ejército ruso detuvo, y retuvo durante varias horas en la base military de Tskemi, en la region de Abasha, a Lasha Berulava, corresponsal de la radio Imedi y de la agencia Interpress News, y a Murad Partsvania, colaborador de la television Odishi. Después les pusieron en libertad.